Hubo que esperar, pero llegó de manera ideal: ante el puntero de la Zona A, con un lugar casi asegurado entre los cuatro para los cuartos de final, en cuyo equipo -rocoso, con orden para ocupar espacios defensivos y salir veloz para lastimar con espacios- sobresale Luis Rodríguez, uno de los jugadores más infliuyente de la Argentina. Frente a este obstáculo Racing se levantó y desarrolló su mejor juego, con control de situaciones, sin sobresaltos en defensa, con combinación de pases horizontales y verticiales y una última línea en alto… El único detalle a reparar fue la demora en conseguir el resultado favorable, que se concretó en el minuto 47, luego de que en esa segunda parte, como en la primera, el equipo acumulara ocasiones para definir con bastante anticipación del tiempo añadido.
Fue de Racing por estilo y determinación, siempre convencido de que el éxito tenía que quedarse en el Cilindro por construcción y voluntad, por coraje y posesión. Cáceres le puso la cabeza a un córner de Miranda, luego de que Cvitanich quedara ahogado en el grito por una tapada de Burian, y dejó al team de Juan Antonio Pizzi en la posición de reclamar su lugar en la definición de los playoff. El empate ya era un reparto sin argumentos porque Colón, salvo un lapso de diez minutos en el primer período, tomó el arco de Arias como asunto lejano. Pero a eso Racing le agregó el mejor provecho del espacio a su favor y la circulación.
Ni siquiera Racing debía perder ese primer tiempo. Y el jugadón de Cáceres, con slalom por derecha para eludir a tres rivales y asistir a Piatti para un derechazo estupendo, puso las cosas en su lugar. Racing pudo y debió haber sacado ventaja, sobre todo porque desequilibró con Lovera por izquierda, tuvo el buen pie de Piatti y generó ocasiones que Burián anuló (a Lovera y Cáceres) y el palo derecho frustró (cabezazo de Lovera).
Colón, ordenado en el retroceso y a la espera de una réplica, recién inquietó con la pelota parada de Rodríguez, en el tramo final. El 0-1 rozó lo insólito, porque Copetti fue arriba a despejar un córner de Castro, peinó para atrás, desacomodó a Arias en el corte y la pelota le cayó en la cabeza al Pulga, que no había ensayado ir por la pelota.
Racing no se conformó con la certeza del mérito. Siempre fue por lo suyo con la convicción del que siente seguro por lo que pelea. Así debe ser siempre.
Fotos: Paola Lara y Lucas Thiele
(Prensa Racing Club)
Si querés seguir informado con toda la actualidad de Racing Hoy seguinos en nuestras redes sociales (Twittero Facebook), suscribite de forma gratuita de nuestro Canal de Telegram o en Google News.
Leé también Historial entre Racing e Independiente
Si querés seguir informado con toda la actualidad de Racing Club seguinos en nuestras redes sociales (Twitter o Facebook), suscribite de forma gratuita de nuestro Canal de Telegram o en Google News.