Con compromiso absoluto, pleno sentido colectivo, firmeza en el campo propio y un plan ejecutado a la perfección… Así Racing superó a Boca en una de las semifinales de la Copa de la Liga, en el Bicentenario de San Juan, y accedió al mano a mano que resolverá el torneo, este viernes a las 19 en el mismo escenario. El 4-2 en la tanda de tiros desde el punto penal, luego de 90 minutos sin goles, tuvo las manos de Gastón Gómez, clave al detener el disparo de Diego González (en el primero de su equipo, Carlos Tevez remató alto y el balón dio en el travesaño) y para garantizar firmeza en el segundo tiempo, en las pocas aproximaciones del rival.
Juan Antonio Pizzi pensó el juego de una manera específica y su hipótesis se verificó casi plenamente, porque en los primeros 45 minutos el desarrollo tuvo el control de su equipo, que anuló a Boca por las bandas y buscó perforar con salida rápida rápida luego de la recuperación en el medio. El DT intuyó que Boca buscaría amplitud con los laterales subidos como volantes externos, algo que se deducía de la formación con tres centrales, y con los avances a través de Villa. Si Boca quedó reducido a los pelotazos fue porque Racing obturó la zona externa con el despliegue de Copetti y Chancalay. Y si Racing inquietó con la posesión fue, también, porque de los recobres que aportaba el entramado del conjunto, la bocha salía por Miranda o Piatti para que Cvitanich combinara con el ex Rafaela y el ex Colón, desdoblados en ofensiva.
Lo mejor de Racing, es cierto, estuvo en el diagrama desplegado en los 50 metros más próximos a Chila Gómez, porque hubo una coordinación que expresa un trabajo a conciencia. En el segundo tiempo, hasta los 30 minutos, eso se acentuó porque perdió el monopolio de la pelota y para avanzar con movimientos que implicaran a varios jugadores necesitaba una secuencia de pases que no se alcanzó. Boca, de todos modos, dependió de los servicios largos de Cardona (aguantó 67 minutos en campo) y de remates externos que siempre encontraron la respuesta eficaz de Gómez, como en un tiro libre de Tevez y una volea de Fabra.
El desenlance, con los disparos de Rojas, Melagarejo, Chancalay y Copetti (Rossi paró el de Fabricio Domínguez) y la intervención decisiva de Chila Gómez, puso a Racing donde debe estar: en los asuntos que pueden conducir a trofeos y vueltas olímpicas.
Fotos: Fotobaires y Liga Profesional de Fútbol
(Prensa Racing Club)