Racing Club: Mira desde arriba… y espera

Racing

No hubo demoras en la exposición de Central Córdoba, que plantó diez hombres detrás de la línea de la pelota, compactados entre su área y la zona media, con la idea de capturar la pelota y salir rápido por las bandas. Racing lo previó y lo verificó no bien rodó la pelota. Por eso tuvo que armarse de paciencia para circular por abajo y combinar con algunas salidas en largo. Mover el balón fue un buen recurso para abrir a Central Córdoba, que ante grietas no dudó en recurrir a la aspereza. Lo insólito, en ese contexto, fueron las amonestaciones a Arias y Chancalay por protestar.

Con la proyección de Fabricio Domínguez y los toques de Cvitanich, Racing pudo penetrar por la derecha y con la pelota por aire generó situaciones de riesgo, como en un cabezazo de Cvitanich que Maciel tapó en el área chica –iba al gol-, otro de Copetti ejecutado con imprecisión y un pase exacto de Cvita que Enzo no pudo controlar cuando sólo le quedaba Rigamonte como oposición. Ya se dijo en las últimas presentaciones en el Cilindro, como ante Gimnasia, Sarmiento y Newell´s: cuando la visita se refugia, Racing debe esmerarse para encontrar el pase, la secuencia, que despeje piernas y libere caminos. Y eso suele costarle.

Central Córdoba se animó algo más en la segunda parte, al menos para adelantar ligeramente su defensa y disputar la posesión lejos de Rigamonte. Al dividir la tenencia, Racing buscó aprovechar los espacios, pero, como ya le había sucedido en los primeros 45 minutos, careció de lucidez para que la cadena de pases avanzara a fondo.
Con lanzamientos largos, con combinación de pases, con centros… De todos los intentos, sólo uno pudo haber prosperado: a los 32 minutos, un córner de Rojas fue peinado en el primer palo y Rentería, de buen desempeño, cerró justo a Nery Domínguez a punto de convertir.

Al menos por ahora en la cima de la tabla, queda el valor de haber conservado otra vez el arco en cero, de haber buscado sin desesperación y de las formas que empieza a mostrar la formación. También, la ofuscación por un árbitro fiel a sus antecedentes: permisivo con la rudeza de Central Córdoba y parcial en la administración de sanciones, a Andrés Merlos le suelen quedar grandes estos compromisos. 

Fotos; Paola Lara.
 

(Prensa Racing Club)