Por muchos más que cien

Racing

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Un centenario se celebra de esta manera, con una generosidad que excede hasta una época ardua y complicada como la que toca transitar. El centésimo partido de Racing en Copa Libertadores (49 PG, 28 PE y 23 PP), cumplido en este martes ante Rentistas, acabó con un 3-0 que dejó al equipo como líder al cabo de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Fue con un desempeño sólido, con juego prolijo, con un hat trick de Tomás Chancalay (cinco en el certamen y nueve desde que se incorporó, en enero) y un horizonte despejado de rivales brasileños como Palmeiras, Atlético Mineiro y Fluminense (primeros en sus respectivas zonas) para el cruce de octavos, a mediados de julio.

Suele ocurrir que el defecto deriva en virtud. Y eso fue lo que hizo Racing a partir de la expulsión de Julián López, apenas pasado el primer cuarto de hora, por una doble tarjeta amarilla. Juan Antonio Pizzi no recurrió al movimiento habitual de reponer una pieza defensiva con el sacrificio de otra ofensiva (y el consecuente reemplazo desde el banco). El DT rearmó con desplazamientos entre volantes y delanteros. Entonces, Miranda fue al eje central (salió de la derecha), Piatti lo acompañó a su izquierda, Chancalay hizo enroque de banda (de la derecha a la zurda) y Copetti retrocedió hasta pararse como un volante externo con sostenido despliegue por el carril derecho.

Y la prueba arrojó aspectos positivos, porque le permitió al equipo asumir la experiencia de acumular casi todo el juego con un hombre menos, porque Copetti descubrió mayor utilidad en esa función y porque hubo un compromiso colectivo para compensar la baja de López sin pedir tregua. De hecho, con la coordinación general se esfumaron el prolijo traslado de Rentistas y el uso que, en el arranque, había hecho de la zona entre los medios y los defensores locales. Habrá que agradecerle a Juli López el testimonio antes de su salida prematura, con el corte luego de una presión alta, de la cual derivó la secuencia entre Chancalay, Miranda y Chanca, otra vez, para el derechazo goleador.

Fue el anticipo del ex Colón, una comprobación de su estado de gracia. Porque anunció, en el arranque (cabezazo tapado por Rossi), que su modo goleador tiene plena vigencia: cada ataque profundo que le tocó asumir llevó presagio de festejo. Y así fue a los 5 y a los 23 de la segunda etapa, cuando les puso remates exactos a asistencias de Copetti y Melegarejo. Pizzi siguió metiendo mano para regular cargas y disponer una formación que repartiera el desgaste. Con el ingreso de Martínez por Piatti, Miranda volvió a la derecha y Copetti fue faro para aguantar arriba y pivotear. El que también metió mano fue Gabriel Arias, a un tiro de Villar, a otro de Urretavizcaya (las dos más claras, con balón en movimiento, que generaron los uruguayos), y al penal que Rodríguez disparó, débil, al medio…

Racing cerró el Grupo E como primero, relegando a San Pablo. Como inicio no está nada mal…

Fotos: Paola Lara

(Prensa Racing Club)