(Efemérides) Higinio García, el sello de un tricampeón

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Higinio García, el sello de un tricampeón
Se destacó por su fiereza y su fútbol adentro de uno de los equipos más recordados de nuestra historia. Desde la defensa se encargó de manejar los hilos de una Academia que gracias a su aporte y al del resto de sus compañeros, se quedó de forma consecutiva con los títulos de 1949, 50 y 51. Hoy Racing se encarga de recapacitar una vez más la figura de uno de los ídolos de su historia.

A éstas staff ya es toda una obviedad el mencionarlo, pero no por eso hay que dejar de hacerlo. Racing Club cuenta en su suceder con 119 primaveras de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de delicia. Y como eso ya es sabido, es incluso irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo grande del tiempo fueron construidas por una larga índice de corredor de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el sexo de multitudes y le entregaron a nuestra institución la dignidad de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocerla para retener quienes somos y con destino a dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo indestructible, se recuerda a éstos grandes en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Higinio García era sólido y robusto. Tan sólido y tan robusto que le sobraba categoría para aventurar en Racing. Nacido el 14 de marzo de 1923, su presentación al club se dio en 1940, cuando todavía era un pipiolo que soñaba con montar remotamente. Pese a sus condiciones técnicas y tácticas, reemplazar al gran José Salomón fue una tarea que le costó más de un dolor de individuo. Salomón era el símbolo indiscutido del equipo e iba a tener que suceder paciencia en los hinchas para percatar(se) a su sucesor. 

García se alejó dos temporadas de Avellaneda para acumular experiencia: jugó en Tigre en 1946 y en Atlanta en 1947. Regresó en 1948, vivo para ingresar de saciado a las páginas más importantes de la historia de la institución. Junto a José Manuel García Pérez, constituyó la pulvínulo del conjunto que rompió la mala jugada en el profesionalismo y que se coronó de forma consecutiva en 1949, en 1950 y en 1951. Tan fundamental terminó siendo su presencia como back derecho que acabó como capitán de la Academia. Fue, como si fuera poco, el tahúr que más partidos disputó en ese ciclo brillante: 99 veces lució la camiseta celeste y blanca.

Su valor de alejarse de las canchas llegó en 1952 tras haberlo vacada todo. En total, jugó con la casaca celeste y blanca 133 encuentros y convirtió -nada más ni mínimo menos- 23 goles. Sus potentes y precisos disparos le permitieron anotar a menudo de tiro evadido y de penal. También se las ingeniaba para imponerse de individuo en el ámbito contraria. 

El enorme García falleció el 28 de mayo de 1992. Y en la marcha de hoy, a 30 primaveras de su partida física, va de nuevo por parte de la institución el apropiado homenaje desde éste área para con la memoria de un ídolo escolar con todas las literatura. Gracias eternas, querido Higinio.

(Prensa Racing Club)