Hubo decisión, hubo voluntad, hubo ritmo sostenido… El aporte para quebrar el cero ante un Gimnasia que protegió su zona como prioridad estuvo parcialmente. Porque a aquellos elementos le faltó algo indispensable: fluidez para que la pelota llegara limpia y exacta a los delanteros.
Con el visitante sostenido en una línea de cinco y preparado para salir, rapido y directo en réplica, Racing respondió con un equipo corto, dispuesto a no dar espacios para la contra. El equipo de Pizzi duplicó en tiempo de posesión a Gimnasia, pero no tuvo el pase que dejara a Copetti, Correa o Chancalay -la formación tuvo tres puntas- en situación de convertir, salvo la del inicio, al minuto: asistencia de Nacho para Enzo y cierre a tiempo de Coronel. Luego, un desborde de Mena que despejó Mancilla y un centro de Pillud que obligó a Rey a un esfuerzo (se cerró el el arquero visitante echó la pelota al córner sobre el travesaño) representatron aproximaciones que no alcanzaron a vulnerar al Lobo en la primera etapa.
En el segundo tiempo, aunque Gimnasia saco un defensor (Fratta) para agregar un volante ofensivo (Aleman) y se paró más adelate, Racing mantuvo la determinación de buscar los tres puntos y se acercó a la frontera: a los 28 minutos un cabezazo de Copetti que iba al gol fue frustrado por Coronel cuando pedía red y, en el descuento, un pase de Licha López -habia ingresado a los 14, en un retorno esperado- dejó en posición de definición a Copetti, pero su control fue imperfecto y Rey se anticipó abajo.
Dos empates sin goles a favor ni en contra, en este inicio de torneo, señalan con claridad que hay un camino evidente por recorrer…
Fotos: Paola Lara
(Prensa Racing Club)