Una chance desaprovechada

Fue un golpe inesperado y recibido en un momento inoportuno. Porque la energía de la victoria en el clásico y otro episodio positivo como la clasificación a octavos de final de la Copa Argentina, parecían haber afirmado al equipo. Este domingo, la visita a cancha de Arsenal lo encontraba entre los cuatro primeros de la Zona A, con la ventaja de un inicio de la 10ª fecha con resultados ajenos favorables. Todo ese combustible espiritual se diluyó en diez minutos, los primeros del partido, en los que Racing marcó las diferencias de plantel, presupuesto y rendimiento con su modesto rival, que hasta este duelo mostraba el peor rendimiento de los 23 equipos de la Copa de la Liga (cinco puntos, con apenas un triunfo y sin goles de local).

La defensa acortando el campo, el juego a lo ancho para romper en profundidad por derecha con la sociedad Cáceres-Chancalay, la construcción que surgía entre Gutiérrez y Miranda… todo, poco después del primer cuarto de hora, empezó a desvanecerse por la propia impericia, más allá de que Arsenal ya había detectado que su plataforma de lanzamiento estaba por su banda derecha, con Soraire, sin la custodia de Rojas y la permeabilidad de Orban. El lateral zurdo y Rojas estuvieron en la foto del 0-1: en una salida, Orban abrió hacia Rojas, que hizo lo que la jugada reclamaba, con devolución y búsqueda del espacio para una eventual descarga. Pero Orban ensayó una gambeta, que no superó la presión de Soraire. De ahí, a Candia y, enseguida, a la red de la Academia…

Tres minutos después, un córner desde la izquierda terminó en un cabezazo de Suso, sin oposición. El 2-0 tuvo una leve reparación antes del cierre del primer tiempo, por el camino que Racing había transitado con placidez en el arranque. Chancalay llegó vacío para sellar una maniobra iniciada en la banda opuesta. El derechazo cruzado puso el 1-2 y, con el entusiasmo recobrado en el final de los primeros 45 minutos, autorizaba a imaginar una segunda parte a pura presión, con Arsenal rodeado en su área, cascoteado a pelotazos, meta ataque y situación para convertir.

El pronóstico se frustró: Racing se aproximó con un par de centros cabeceados por Melgarejo, con ímpetu, sí, pero con una carencia de fluidez y continuidad en la circulación que liberaron a Arsenal de temores.
A tres jornadas de la terminación de la fase de grupos, aún queda la oportunidad de clasificar a los cruces directos que arrojarán el campeón del certamen. El equipo, para eso, tendrá que cosechar éxito tras éxito. Ya lo hizo una vez en el primer tramo de esta Copa de la Liga. ¡A repetirlo!

Fotos: Paola Lara y Lucas Thiele