Beatriz García hoy cumple años y Luciana Bacci -futbolista profesional del club- saluda a su manera a una de las pioneras del fútbol no sólo en Racing sino en el país.
«Lo primero que se me viene a la cabeza cuando pienso en Betty, en especial en un día como hoy, son dos palabras: luchadora y referente. La verdad es que lastimosamente nunca pude ver ningún video de época suyo pisando la pelota o encarando a una rival en la cancha y por eso cada vez que pienso en su figura, así como en la de todas las otras jugadoras que fueron pioneras del fútbol femenino, se me viene a la cabeza sin dudarlo la imagen de esas mujeres enfocadas en el partido dentro del Estadio Azteca con la camiseta de nuestro país puesta y toda esa gente detrás. Esa foto y ese momento tienen una mística eterna para mí.
A ella la conocí en un evento al que todas las Pioneras habían sido invitadas y creo que la primera vez que pude hablar con ella de manera profunda fue cuando vino a Avellaneda a vernos jugar el clásico ante Independiente en el Predio Tita. Recuerdo que nos trajo un cuadro de una foto suya de los tiempos cuando jugaba en Racing, que fue un gesto muy emocionante para todas. Además, siempre estuvo muy atenta a nosotras desde su lugar con su aliento y un apoyo incondicional. Sé que es hincha académica y socia, pero en este caso demostró ser nuestra compañera. La verdad es que después de haber leído todo lo que pude sobre ella y de haber reflexionado mucho sobre la problemática del fútbol femenino al igual que todo por lo que su generación debió pasar, cada vez que la veo no puedo evitar sentir admiración. Por eso trato de valorarla y de escucharla, porque siempre tiene mucho para decir.
Me parece fundamental la imagen de Betty García como también del resto de las pioneras y de todas las mujeres que jugaron al fútbol en ese entonces. Sabemos que era una sociedad distinta, muchísimo más conservadora y machista de lo que es hoy en día. Y si para nosotras en la actualidad es un poco difícil y tenemos que luchar contra la marea, imaginarse lo que debe haber sido para ella y las demás en esa época hace que todas debamos ponderar mucho más lo que lograron. Pienso que Betty tiene un papel de militante para la igualdad en el fútbol que es muy importante. Eso a nosotras nos ayuda, porque nos brinda un precendente que anula un poco ese discurso que se intenta imporner relativo a que las mujeres jugamos desde hace menos tiempo con relación a los hombres. Y no es así para nada. Lo que pasa es que a esas futbolistas nunca se la mostró. Siempre se la ocultó. Se las invisibilizó. Y eso también me hace pensar mucho en que hubiese pasado en nuestra sociedad, por ejemplo, si se hubiese transmitido el Mundial de 1971, en el que Argentina le ganó 4-1 a Ingleterra con cuatro goles de Elba Selva. ¿Qué hubiera ocurrido si la gente en todo el país hubiese podido ver ese partido y gritado esos goles? ¿Cómo sería hoy en día el fútbol femenino?
También me es imposible no ponerme por un instante en su lugar a la hora de pensar en la impotencia que debe haber sentido en su momento, y en la tristeza que debe producir el hecho de lograr cosas representando a tu país y que nadie lo sepa. Por eso me parece muy importante esto que se está haciendo desde Racing al permitirme expresar lo que siento por Betty porque es otra forma de reconstruir la historia. Creo que todos los clubes se lo deben a sus jugadoras. Y nosotras también tenemos que valorar todo lo que ellas lograron ya que nunca les fue reconocido. Es un deber nuestro el intentar reconocerlas hoy en día. Y no sólo a Beatriz, sino también a muchas otras como Marta Soler, Norma Saralegui, Beatriz Porcel y María de los Ángeles Fernández. Todas marcaron ese camino por el que hoy transitamos las que jugamos.
La he podido escuchar hablar mucho sobre esta lucha por la inclusión plena del fútbol femenino dentro de la sociedad y es una mujer que claramente acompaña la causa. Se nota que es un pensamiento que forma parte de su ser y que es una batalla que ha mantenido a lo largo de toda su vida. Por eso y por lo que representa no sólo para el club sino para el deporte y para la mujer, me gustaría que el día de mañana cualquier hincha que se cruce en el estadio o en el predio con ella o con cualquier otra ex jugadora, al menos las pueda saludar y les pueda entregar simplemente esa palabra que lo dice todo: gracias. Gracias por vestir esa camiseta con el mismo orgullo y profesionalismo con el que la viste cualquier jugador y gracias también por crear la historia del fútbol femenino en la Argentina. Simplemente gracias.
Si la tuviera enfrente hoy le diría que es un placer para mí haberla conocido y haber sabido tanto de ella, como de lo que fue y de lo que hizo como futbolista. Se me pianta un lagrimón hablando de Betty, ya que el hecho de conocerla me cambió mucho con respecto a mi forma de manejarme y también de ver el fútbol. A las chicas en la actualidad a veces nos da la impresión de ser las primeras que juegan en el país y no es así. Antes de nuestro presente hubo años de historia y muchas jugadoras detrás que hicieron lo suyo para que vivamos esta realidad. La verdad es que me encantaría devolverle al menos algo de todo lo que hizo por el deporte y también que la gente la conozca. Quiero que se sepa más sobre ella. Y mi deseo es que ojalá haya disfrutado de su día, junto a los buenos deseos de la gente que la ama, en este momento en que no es posible juntarse. Y más allá de que hoy no pude hacerlo de esa manera, si pudiera imaginar una forma ideal de saludarla por su cumpleaños elegiría darle un abrazo gigante en el medio de una cancha en el Predio Tita y que luego nos vayamos sonriendo hacia el lado del sol a patear un par de tiros al arco».
Luciana Alina Bacci
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(Racing Club)
