Resultado que miente

Racing

Un detalle. Esa fue la diferencia que marcó el desenlace del clásico. Porque una salida rápida de Independiente en contra fue el quiebre que Racing no pudo conseguir pese que tuvo las ocasiones para concretarlo. La intensa lluvia, desde media tarde, también influyó en el episodio. Vale señalar la secuencia, que se originó con un pelotazo de Bustos a Palacios que Mena alcanzó a rozar, en el aire, pero sin lograr cortar el pase. En la continuidad, el centro del extremo fue interceptado por Sigali, pero el agua acumulada en el área hizo que el despeje se frenara y le cayera de nuevo a Palacios, cuyo centro fue cabeceado al gol por Romero.

Antes Racing había ratificado su presencia en el área ajena, con un disparo de Chancalay, sin custodia y después de que Sosa dejara corto un rechazo a un centro de Miranda, devuelto por el palo. Del 1-0 al 0-1…

Racing entendió a la perfección qué debía hacer. Con Licha López como eje de la circulación, supo cómo y por dónde transitar. El capitán, como distribuidor, tocó de espaldas, buscó el espacio libre y se puso de frente para darle continuidad al juego. Además, con las bandas anegadas por la lluvia (más en campo ajeno que propio durante esta etapa), evitó encadenar pases por esas zonas. Racing controló el ritmo y, con lanzamientos cruzados, tuvo llegadas, como un centro de Chancalay que Corea y Copetti no lograron empujar o con un córner, también de Chanca, que Correa, sin oposición, cabeceó de pique pero sin precisión. El recurso del disparo externo también sirvió: lo hizo Licha, con la bola pegada al palo derecho, y en especial Correa, quien se hizo el espacio para cruzar un zurdazo que Sosa, en gran reacción, logró desviar con un pie derecho cuando se adivinaba el gol.

Independiente ejerció domino en un lapso menor, de 10 minutos, entre los 25 y 35, cuando contó con dos oportunidades, la primera frustrada de manera notable por Sigali (desvió, de aire y casi en la línea, un toque de Roa al recoger un rebote) y otra que Romero no pudo definir ante un centro al ras de Palacios. Salvo esas ocasiones, que el local forzó por su banda derecha, no hubo mayor aporte del rival.

Ese relato del primer tiempo se prolongó en el segundo, como ya se señaló, hasta poco después del gol que Chancalay no pudo convertir. En desventaja, Racing quiso poner la pelota en el área de Sosa, a veces con aciertos y otras sin destino. Lo que podía insinuarse como un resultado favorable decantó para otro lado…

Fotos: Paola Lara
 

(Prensa Racing Club)
 

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