No se termina hasta que se termina. Ese lema que es una frase extendida en cada ejercicio competitivo en los Estados Unidos se aplica a la perfección. Porque, cabe admitirlo, Racing la pasó mál entre el inicio y los 25 minutos del segundo tiempo. De manera inesperada, porque los antecedentes del primer capítulo no anticipaban, en absoluto, esos sucesos de la segunda parte. Pero sucedieron,,, Unión cambió, tomó posiciones más alejadas de su arco respecto del inicio, ganó la pelota en el medio y penetró por las bandas. El gol a los 4 minutos, un pelota en centro que se desvió en el cierre de Insua, desbarató lo que se suponía sería una prolongación del arranque.
Las situaciones se acumularon en el arco propio al extremo de que Tagliamonte fue sostén clave para que la desventaja mínima no se volviera indescontable. Y Racing jamás dejó de creer, de buscar y de abrazar la certeza de que las pretensiones de prestigio demandan compromiso, voluntad y entrega permanente. Racing había recibido golpes, pero no se cayó. Está claro que, si se deja escapar,la chance de derrumbar a Racing, el equipo se levanta y responde como debe…
Los cambios que ensayó Gago tuvieron influencia, sobre todo por la gravitación de Rojas y Carbonero. Del paraguayo salió un centro exquisito con el que Copetti, en estupendo cabezazo, puso el 1-1. Y del colombiano, una réplica exacta en velocidad luego de una recuperación de Alcaraz que terminó con un remate exacto, a los 41 minutos, para el 2-1.
El cóctel de adrenalina de esa segunda parte no puede dejar en el olvido que, además, hubo un primer período en el que Racing generó circuitos de pase, abrió espacios y dispuso de varias ocasiones que le habrían dado una ventaja a resguardo de zozobras. Entonces lo tuvo Romero dos veces (cabezazo y mano a mano que Mele resolvió con eficacia en ambas situaciones), Vecchio (derechazo externo que se fue pegado al palo derecho) y Hauche, con un toque que otra vez Mele frustró.
Ese 0-0 fue antesala de lo que sucedería después, cuando el desenlace se forjó por imperio de Racing y su convicciones.
Foto: Paola Lara
(Prensa Racing Club)