Habrá que tener paciencia y apostar al trabajo. El primer requisito, para adaptarse a las altas y bajas en el plantel en pleno desarrollo de torneo -así la impone la agenda particular en el semestre mundialista-; y el segundo, para renovar la confianza en el estilo que tanta elogio generó, durante la primera parte del año, en el fútbol argentino. La visita a Mendoza, donde Godoy Cruz aguardó con el libreto estudiado, se confirmó complicada. El local ajustó sobre la salida de Racing para impedir el nacimiento del circuito de pase y eso le funcionó durante diez minutos. Pero Racing movió la pelota, asumió el riesgo de la la circulación pese a los obstáculos y progresó. En un lapso de 15 minutos, casi hasta los 25 de la primera parte, se vio lo mejor. Racing vulneraba la presión con Leonel Miranda y Matías Rojas en la asociación y aprovechaba los espacios al superar ese dique largo que proponía Godoy Cruz. A los 17, la cadena de toques de primera derivó en la aparición de Rojas por derecha: hubo enganche, gambeta y zurdado cara a cara con Rodríguez, resuelto por el arquero.
Sin continuidad, pero a la vez sin zozobras cerca de Chila Gómez, la impresión era que, en cuanto conectara, la ventaja podía estar al alcance de la Academia. Sim embargo, una circunstancia resultó determinante. A los 33 minutos, Tomás Chanchalay le aplicó un golpe con su pierna derecha a Barrios y, VAR mediante, se fue sin reproches: la tarjeta roja resultó irreprochable.
El segundo tiempo ubicó a Racing en el nivel más bajo de los últimos seis meses. Y eso se palpó de inmediato en la reanudación, con una formación larga, sin coordinación en las coberturas y escasa de fútbol. La pelota que Chila le tapó a Ojeda, a los dos minutos, fue anticipatoria del 1-0 cinco minutos después. Si bien Godoy Cruz se movió con rapidez por izquierda, la comodidad de movimientos de su ofensiva indicó problemas ciertos. Ojeda llegó con espacio a lanzar el centro y Salomón Rodríguez, con poca dificultad para llegar en diagonal al área chica. La roja a Negri no emparejó más allá de lo informal, porque a Racing le siguió costando mucho el hilván con la pelota -algo que siempre había conseguido, incluso en algunas presentaciones con desniveles en su prestación-, porque los aportes individuales no fueron relevantes (la excepción la marcó Leonel Miranda) y porque la última línea quedó sometida, con llamativa facilidad, a los lanzamientos largos desde campo de Godoy Cruz, en una frustrante repitición de los episodios ante Agropecuario. De hecho, el 2-0 nació de un pelotazo desde 50 metros que encontró a los ejecutantes sin custodia al cuerpo: Allende recibió y avanzó por izquierda, con Fabricio Domínguez demorado en la marca y el centro encontró otra vez a Rodríguez como habitante del área para la definición…
La primera derrota en 90 minutos en competencia de Liga en este año dejó, al menos, la presentación en Primera de Román Fernández, delantero con edad de Sexta división.
(Prensa Racing Club)