Racing Club: Una noche para olvidar

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Todo lo que podía salir mal se dio en una misma noche. Y no porque el presunto favoritismo respecto del rival marcara un desenlace, casi como un determinismo, en el resultado. Racing tuvo un 70% de posesión, controló la pelota, pobló de manera constante el terreno ajeno, pero perdió 3-1 con Atlético Tucumán en un resultado que no admite discusiones más allá de que en el desarrollo, lo que hasta los 36 minutos era un 3-0 sonaba exagerado.

La rotación por sobrecarga de agenda y ausencias por lesiones impone modificaciones de nombres y de esquema, pero sin embargo hay un dogma para Racing: la determinación de jugar con la pelota. No hubo demoras para que las contracaras quedaran expuestas. Racing defendió en mitad de cancha, con Sigali e Insua como centrales y Avilés, otro defensor en el parado original, subido como volante para permitir la liberación ofensiva de Nardoni. Con Mura en tándem por derecha con Hauche y Emiliano Saliadarre (debut absoluto) abierto por izquierda, Racing buscó cubrir toda la zona de ataque y tener siempre descarga, ya que Romero y Guerrero se paraban dentro del área de Atlético Tucumán y Gómez asumía el eje de la distribución. 

El equipo tucumano tuvo en claro que debía achicar hacia atrás, cortar línea de pase y, si acaso lograba ese propósito, salir rápido en réplica a favor de los riesgos que Racing estaba dispuesto a tomar al reducir el campo hacia adelante. La paradoja se dio en la ventaja que alcanzó Atlético Tucumán a poco del cierre del primer tiempo, ya que el gol no fue de contra, sino con un hilván de tres toques: una pelota llovida de Ortiz que peinó Estigarribia para el derechazo de Sánchez, sin demasiada potencia, al primer palo. Arias se pasó y lo que parecía un disparo de fácil resolución acabó dentro del arco.

Si ese indicio, algo poco habitual, era advertencia de una noche adversa, enseguida en la reanudación hubo confirmación con el cabezazo goleador de Ortiz -le ganó en el salto a Insua- a la salida de un tiro libre servido por Pereyra. Y 15 minutos después, la tendencia se hizo más profunda con otro episodio que rara vez se ve: pelota mal jugada por Sigali que generó una contra para que Estigarribia definiera eludiendo a Arias.

No hay reproches en el compromiso colectivo e individual para torcer la mala racha (un punto de los últimos 12 en la Liga) ni en la ampliación del plantel con la incorporación de los chicos destacados de Reserva (también debutó Ramiro Degregorio). Racing tuvo un gol de Guerrero anulado por VAR y otro legítimo de Romero. Habrá que esperar el regreso de los hombres más curtidos (faltaron Moreno, Piovi y Rojas por duplicado) para el retorno a la fluidez y afirmarse en la convicción de que este equipo sabe reponerse de golpes.

Fotos: Paola Lara.
 

(Prensa Racing Club)