No hay lugar para reproches. Porque Racing se animó en el Maracaná, por el 1-2 -resuelto a menos de 10 minutos de la terminación- en poco refleja la manera en que el equipo de Fernando Gago impuso las condiciones de juego ante una de las mayores potencias del continente por calidad de plantel y recursos económicos. Por eso el empate se habría ajustado mejor a los hechos. Más allá de eso, el invicto extinguido no modifica las posiciones del Grupo A, que tendrá a Racing como líder final en caso de que en la sexta fecha hay triunfo ante Ñublense en el Cilindro.
La derrota mínima al cabo del primer tiempo no se ajustó plenamente a los sucesos de esos 45 minutos. Flamengo, con urgencia de victoria para definir su acceso a octavos, hizo presión alta en los 10 minutos de arranque, pero sin que eso se tradujera en presencia de riesgo en el área ajena. Racing, con movimientos en bloque en cada transición -hacia atrás y adelante- para no descubrir espacios, trabó la circulación del actual campeón de América y más: le sacó la pelota para moverla y aproximarse a Matheus Cunha, arquero del Fla, a quien inquietó de manera severa con un zurdazo de Matías Rojas desde la media luna.
La organización colectiva y los dispositivos para anular virtudes rivales se pueden desbaratar con talento. Así sucedió en el gol de Wesley, el joven lateral derecho que concluyó como 9 -Sampaoli usó a los dos laterales casi como puntas por afuera- una combinación exacta entre el pase filoso de De Arrascaeta y el desborde a fondo por banda izquierda y centro atrás de Gerson.
En el segundo tiempo la demostración de Racing fue incluso superior, no sólo por el 1-1 con golazo de Matías Rojas con contribución decisiva de Piovi (subió la pelota entre varios rivales) y Gómez (recibió del central y asistió al paraguayo), sino porque controló casi por completo a un rival poderoso y cotizado, poblado de estrellas en su plantel. Racing podría haber desnivelado con un remate de Gómez y otro de Mura. Y luego del segundo del local, a sólo 7 minutos del cierre, también pudo haber empatado con un derechazo de Gómez bien resuelto por Matheus Cunha.
Racing regresa de Río de Janeiro con la ratificación de su nivel de juego ante una vara alta, de las mayores de América, y con la certeza de que así, con estas formas, ratificar el liderazgo en el Grupo A de la Libertadores es una misión posible.
(Prensa Racing Club)
