La más maravillosa música que suena en los oídos de Racing, el fútbol armónico y con diversas tonalidades, se oyó a pleno en Santa Fe. Racing tuvo la fluidez y circulación, que ya había recuperado semanas atrás, pero con el agregado de eficacia plena.
No bien detectó los espacios que Colón abrió con su esquema en el primer tiempo (defensa de tres, doble contención y laterales subidos como extremos), Racing fue por lo suyo. Entonces, con secuencias de pases en diferentes direcciones y con lucidez para los cambios de ritmo, el equipo de Fernando Gago tuvo control permantente y ataques profundos y continuos. Con Nardoni desequilibrante por derecha, Racing logró penetración y asistencias, como en los goles de Romero (exquisita definición) y de Hauche (derechazo externo, arriba). El 3-0, aporte de Oroz, selló una ventaja que podría haber sido mayor: de hecho Chicco tapó no menos de tres ocasiones nítidas.
El segundo tiempo, más allá de algún ímpetu local (Gorosito metió cuatro cambios en la reanudación), sirvió para retomar el contacto con el balón, restablecer el dominio desde los 15 minutos, ponerle más gol (una contra de pulida elaboración entre Rojas, Moralez y Mura) y sumar el debut oficial de Santino Vera, volante central hecho en el Predio Tita.
La racha positiva de tres victorias y tres empates tiene relación de causa-efecto: volvió el juego que Racing sabe hacer y los resultados se ven claramente.
Fotos: Paola Lara y FotoBaires.
(Prensa Racing Club)