La rotación amplia, con apenas cuatro nombres del elenco estable entre los titulares (Gonzalo Piovi, de segundo central, Aníbal Moreno, Enzo Copetti y Tomás Chancalay), no modificó lo esencial: Racing mantuvo el patrón de juego que ha venido desarrollando desde comienzo de temporada en disposición en campo, en movimientos y en intensidad. Es un buen síntoma que la variación en los intérpretes, más allá de los aportes que responden a cada individualidad, no repercutan en la armonía colectiva. Racing circuló la pelota, redujo el campo hacia adelante y conservó la ambición ofensiva que se ejemplifica en el 1-0 a los 6 minutos de juego: fue Nery Domínguez quien subió la pelota más allá de mitad de cancha para un pase de ruptura y fue Iván Pillud el que estaba cerca de Mauricio Martínez, otra vez goleador como interno por derecha, luego de la asistencia de Copetti con desvío en un rival.
Racing debió haber sacado más ventaja porque acumuló las situaciones (desbordes de Fabricio Domínguez como extremo derecho, un tiro libre de Piovi, un bombazo de Pillud), pero pasó algún sobresaltos debido a desajustes en la salida por cesiones imprecisas de Piovi en el centro de la defensa: dos intervenciones de Matías Tagliamonte impidieron un mayor perjuicio.
Una ráfaga de dos minutos en la reanudación definió el acceso a los 16vos de final (allí aguarda Agropecuario) con el mismo tono: equipo corto, apto para la recuperación y ataque directo. En el 2-0 la secuencia empezó, más allá del mediocampo, con una intercepción de Nery Domínguez (sí, el primer zaguero), se prolongó en pase filtrado de Garré y terminó en el derechazo de Copetti. Y el 2-0 nació de un recobre de Copetti y su posterior pase a Garré, que concluyó con enganche y disparo de zurd.
Fernando Gago le dio continuidad al recambio, con debut para Maicol Quiroz y rodaje para Gonzalo Córdoba y Juan Cáceres. El descuento de Gimnasia y Tiro fue un detalle que no alteró lo sustancial: un equipo en todo sentido.
(Prensa Racing Club)