El peor escenario quedó instalado sin demoras: a los cinco minutos, Boca ya había sacado ventaja de dos goles (el primero, con volea de Payero, otra vez bajo el karma de balón parado, y el segundo luego de una réplica encabezada por Advíncula y definida por Fernández) y eso reforzó su postura de jugar al espacio, casi con prescindencia de la circulación.
El plan del local se verificó de inmediato y así se sintió con absoluta comodidad. La línea de cuatro volantes delante de Varela, con Advíncula y Villa abiertos para hacer cada banda, dio réditos, sobre todo por el lado del peruano, que superó a Piovi porque además tuvo el refuerzo de Weigandt. Con el 2-0 prematuro, todo fue a pedir de Boca, que se hizo fuerte en campo propio con defensa de cinco y mediocampo de cuatro -Vázquez quedó como único punta-, listo para capturar y salir disparado en velocidad.
Si bien Racing salió del golpe inicial y buscó fortalecerse con el control de la pelota, le costó romper el bloque bajo del rival, que además se precavió de las mejores armas del equipo de Gago: por eso Barco siempre tuvo la colaboración de Fernández para doblar la marca sobre Rojas. Una combinación entre Piovi, Romero y Gómez que acabó con remate desviado fue la aproximación más clara en el intento de reducir la diferencia en el primer tiempo. Al cabo, Boca no modificó su decisión de entregar campo y pelota para explotar los espacios.
Hubo una recuperación colectiva, en juego y determinación, en el segundo tiempo, cuando Racing acortó terreno, generó dos ocasiones en el mismo lapso a las que había convertido Boca (cabezazos de Maxi Romero e Insua a los 2 y 5 minutos) y recortó distancias con un golazo de Reniero que promovió esperanzas. Racing asumió riesgos, buscó el empate de manera sostenida, pero quedó abierto. Por eso Villa tuvo dos chances nítidas a los 33 y 40 minutos y Merentiel sí acertó en la suya a los 45.
Más allá de la inocultable merma en el rendimiento (un punto obtenido de los últimos 15) quedan reclamos legítimos como las expulsiones que Barco y Villa deberían haber recibido, con intervención del VAR, por una plancha y un codazo a Mura (el colombiano le provocó un corte en la frente que sacó de la cancha al lateral). Y también la convicción de que Racing debe recuperarse de esta racha adversa. Tiene con qué hacerlo…
Foto: Paola Lara.
(Prensa Racing Club)