La capacidad de adaptación a situaciones adversas representa un activo relevante. Y Racing, más allá del brillo -apagado, sin mucho contacto con el juego que puede desplegar- que mostró en La Plata, alcanzó la virtud de reconvertirse para superar el obstáculo de las ausencias masivas en el plantel. El 0-0 ante Estudiantes (comparte la quinta ubicación con Defensa y Justicia) representa una muestra de valor en función de las circunstancias previas al partido y del contexto que tuvieron los 90 minutos.
Con línea de tres defensores centrales (Avilés, Sigali y Quirós) más dos laterales proyectados en momentos de la posesión (Mura y Piovi), dos volantes en el eje central (Nardoni y Gómez) y dos externos (Oroz y Rodríguez, desdoblado como delantero por izquierda) y la presencia de una referencia de ataque más estacionada (Saliadarre), Racing buscó compensar los movimientos que Estudiantes suele hacer con un esquema similar, en el que la profundidad que otorgan Godoy y Benedetti como carrileros ejerce influencia en campo ajeno.
El equipo tuvo paciencia, sobre todo en el inicio, para no desesperarse en los recobres cuando el local ocupó la zona de Racing en el primer cuarto de hora, y para ganar confianza con la pelota en una formación poco habitual por numerosas bajas entre lesionados, suspendidos y desvinculaciones. Estudiantes apenas se aproximó con un remate picado de Godoy, mientras Racing tomaba protagonismo con las intervenciones de Gómez, favorecido con la cancha de frente en su ubicación interna. Dos ataques, con gambeta hacia adelante y remate con derecha desde afuera del área, fueron de riesgo para Andújar: el primero se fue apenas ancho y el segundo exigió al arquero sobre su palo derecho.
Esa breve diferencia que Racing sacó en la primera parte no se prolongó en la segunda. Pero eso no significó agobio en el área propia ni trabajo en exceso para Arias. Por el contrario, ante la sobreabundancia de pelota a cargar y centros a los que Estudiantes suele sacarles renta, Racing respondió con eficacia repetida en la marca. Incluso, hasta merodeó el festejo en dos córners servidos con precisión por Oroz que no pudieron conectar Avilés ni Piovi, respectivamente, desde posiciones cercanas a Andújar.
La solidez sin la pelota, como la lucidez cuando se la controla, también representa un atributo positivo.
Foto: Paola Lara.
(Prensa Racing Club)