El fútbol femenino de Primera División volvió a entrenarse en el Predio Tita tras más de medio año de ausencia a causa de la pandemia de coronavirus. Las dirigidas por Antonio Spinelli trabajaron a la medida de los protocolos establecidos por la Asociación del Fútbol Argentino y le dieron rienda suelta al reinicio pleno de la actividad grupal para el plantel profesional.
La alegría fue indisimulable para todo el mundo. Tanto la gente que compone el equipo de trabajo diario del predio académico como el cuerpo técnico y las jugadoras del primer equipo volvieron a vivir hoy esa sensación que hasta hace marzo resultaba parte de la cotidianeidad, pero que luego se cortó de manera abrupta por la pandemia de COVID-19. Y si bien es cierto que se vivieron meses complicados, la llamada «nueva normalidad» abre sus puertas de a poco para que lo que antes era cotidiano regrese con todos los cambios necesarios y muestre la nueva vida diaria. Así fue que esta tarde las jugadoras de Racing volvieron a su lugar: una cancha de fútbol. Quedó más que claro entonces el motivo causal de la sensación de felicidad que invadió el Predio Tita durante la tarde de este lunes.
Más allá de que el encuentro grupal ya se había dado el pasado viernes cuando las jugadoras se sometieron en el predio a los testeos preventivos de coronavirus, el hecho de ver al grupo reunido en la cancha se vivió como una satisfacción que demuestra que las distintas actividades intentan retomar los caminos de trabajo previos al surgimiento de la pandemia, pero con el establecimiento concreto de nuevas normas de cuidado individual y colectivo amparadas en un protocolo sanitario de acción que debe respetarse para pensar en entrenar de la mejor forma posible dentro del nuevo contexto. Y todo el Departamento de Fútbol Femenino, presidido en el club por el dirigente Daniel García, apunta a que tanto las futbolistas como el resto del equipo profesional de auxiliares desarrolle su trabajo sin ningún tipo de inconvenientes y apunte a preparar a la Academia de la mejor manera pensando en el momento en que vuelva a comenzar la competencia oficial.
A medida que las futbolistas fueron llegando a la casa académica se las separó en grupos de seis, que a posteriori serían los establecidos también para la realización del entrenamiento vespertino. Y para trabajar bajo las normas establecidas por el nuevo protocolo de la AFA, el primer paso de fue la medición de la temperatura corporal y el test de saturación de oxígeno. Luego y ya con el campo de juego del predio como escenario principal de los trabajos, el cuerpo técnico a las órdenes de Spinelli coordinó distintas tareas físicas y técnicas con pelota divididas en bloques, con una intensidad que creció de manera leva con el progreso de la actividad. Mientras las jugadoras entraron y salieron de la cancha, el equipo médico estuvo presente monitoreando de cerca las tareas para que las medidas sanitarias se cumplieran en beneficio de todo el plantel. De esta forma no hubo contacto grupal y cada deportista tuvo hasta su botella de agua mineral personalizada para poder trabajar sin riesgos. El único momento que reunió a todo el plantel fue el de la charla general introductoria brindada por el DT antes del inicio de las tareas, que se realizó a con la pertinente distancia y sin inconvenientes.
De esta forma el plantel profesional racinguista se puso en marcha. Durante las primeras semanas el objetivo general al que se apunta desde el cuerpo técnico es el acondicionamiento físico general del plantel, para que las jugadoras puedan contar con una condición general óptima y pareja para pensar luego en tareas más exigentes dentro de un alto rendimiento deportivo. Es por eso que durante estas dos primeras semanas Racing se entrenará de lunes a viernes por la tarde en el Tita, junto a una jornada de videoanálisis grupal a distancia que se llevará a cabo los sábados. El domingo será la única jornada de descanso.
Este lunes el retorno a la actividad del equipo estuvo integrado por Aldana Avaca y Yanina Sosa (arqueras); Luciana Bacci, Aldana Narváez, Florencia Romero, Milagros Menna, Candela Ibaña, Azul Oszczyk, Antonella Ulloa, Milagros Otazú y Eugenia Nardone (defensoras); Rocío Díaz, Dalila Cáceres, Paloma Fagiano, Estefanía Piazza, Micaela Adorno y Florencia Curril (mediocampistas); Rocío Bueno, Fiamma Romero, Florencia Gaetán y Lourdes Martínez (delanteras). La arquera Jorgelina Riolfo trabajó de manera diferenciada junto al kinesiólogo Hernán Peláez debido a que atraviesa el proceso de recuperación tras una operación de su rodilla. Y la única ausente fue la mediocampista Natalie Juncos, que trabaja de forma propia en Estados Unidos mientras espera por su regreso al país.
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(Racing Club)