Preparados para lo que viene | Racing Club

Racing


Racing le ganó 2-1 a Estudiantes de Mérida y quedó segundo en el grupo F de la Copa Conmebol Libertadores, detrás de Nacional, por diferencia de gol. El viernes conocerá su rival de octavos de final, que será uno de los ocho primeros.

La identidad no se pierde y la memoria, aun con lagunas, funciona. Entonces, combinadas, Racing es capaz del fútbol que ha venido desplegando en los últimos meses. ¿Hubo imperfecciones? Sí, quizá en una cantidad infrecuente. Pero también es cierto que el equipo, en el segundo tiempo ante Estudiantes de Mérida, fue lo que suele ser, por posesión, capacidad de circulación y de provocar acciones de riesgos. El 2-1 que lo deja segundo en el grupo F de la Copa Conmebol Libertadores por diferencia de gol (+5 contra +6 de Nacional de Uruguay), no se compadeció con los sucesos de esos 45 minutos en los cuales Racing pudo haber cosechado más que los dos goles (en el cierre, una vez Reniero y otra Melgarejo se atragantaron el grito). Si se agregan las nítidas de la primera parte, nuevamente se obtiene la certeza de que los desajustes en el último remate se terminan pagando caros.

También hubo un primer tiempo que  debe haber sido de los más irregular entre las prestaciones del equipo bajo gestión de Sebastián Beccacece. Porque, a pesar de haberse apegado a la letra aprendida, hubo más manchones que caligrafía prolija. El DT de Racing tenía bien estudiado a Estudiantes de Mérida, porque lo había definido como un rival ofensivo, con buen manejo y capacidad para agruparse en la zona media para tomar ese sector como punto de despegue rápido. Y así fue, según se verificó en las veces que los venezolanos llegaron con población masiva a las proximidades de Arias. No hubo mayores consecuencias por ausencia de definidores calificados. Pero además, el visitante supo complicar el traslado reconocido de Racing, lo obligó a jugar largo, le ensució la circulación y La Academia se ahogó más que por la intensa lluvia. Sin conexiones, con abuso de centros con destinatario incierto -y el apuro por la ventaja que Nacional ya llevaba ante Alianza Lima-, Racing perdió la consistencia reconocida incluso en la generación de ataques nítidos. ¿Los tuvo? Sí, y otra vez anduvo con la mira descalibrada, como en el remate de Melgarejo, solo de toda soledad, casi en el área chica, que se fue alto; o el pase de Miranda que Reniero no llegó a empujar al gol; o en el penal -minuto 46- por mano de Plazas que Fértoli quiso calcar como el que ejecutó en Montevideo. No le salió: resbalón y disparo ancho y alto.

Lisandro López y Matías Rojas, reaparecidos en el complemento, torcieron el rumbo porque de ellos salió la pelota limpia, una condición necesaria para progresar. Los 15 minutos post reanudación anunciaban gol inminente. Así sucedió con el zurdazo de Melgarejo; sin embargo, un breve lapso que incluyó una distracción en un córner (Plazas cabeceó sin oposición) determinó la nueva búsqueda. El estupendo tiro libre de Rojas, a los 86 minutos, dio aire aunque la bocanada no alcanzó para la obtención del primer lugar del grupo.

El viernes al mediodía, sorteo mediante, se conocerá el rival de octavos, que será uno de los ocho primeros. La espera será sin temores…

 

Si querés seguir informado con toda la actualidad de Racing Club seguinos en nuestras redes sociales (Twitter o Facebook), suscribite de forma gratuita de nuestro Canal de Telegram o en Google News.
(Racing Club)