A tres años del fallecimiento de Oscar Martín, primer jugador en la historia del fútbol argentino en levantar el título mundial de clubes, el recuerdo renueva su vigencia ejemplar.
Sólo muere aquel que no permanece en la recuerdo. Hoy, a tres años del fallecimiento de Oscar Martín, le sentencia renueva su vigencia. Porque el capitán del Equipo de José, el primer jugador de un club argentino en levantar el trofeo correspondiente al campeón del mundo, jamás será olvidado. La foto en el Estadio Centenario, aquel 4 de noviembre de 1967, en el final de la tercera batalla ante el Celtic de Escocia, representa un símbolo permanente, la imagen que la historia conservará…
Aquel lateral derecho nacido el 23 de junio de 1934, llegado de Argentinos Juniors con 28 años, en 1963, esperó con paciencia para consolidarse en el puesto de la mano de Juan José Pizzuti -otro acierto del enorme Tito-. Y fue capitán por propia estirpe, porque en un plantel con vatios jóvenes destacados, la presencia de Martín fue garantía de aplomo y liderazgo positivo. Campeón en 1966 con aquel registro notable de 39 partidos invicto en el certamen local, de la Copa Libertadores y la Intercontinental -el título mundial reconocido por la FIFA-, jugó 172 cotejos en la Academia. Participó, ya retirado, de diversas actividades institucionales y otras de carácter solidario sin otra aspiración que la de tender una mano ante necesidades urgentes.
Así fue el Capitán, respetado, querido y admirado. A tres años de aquel triste 12 de febrero de 2018, conservar en la memoria su presencia con calidez, sin pesar, es otro de los méritos que Oscar Martín supo construir…
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(Racing Club)
