Época Dorada y Convulsa del Fútbol Italiano
A finales del siglo XIX y principios del XX, el fútbol italiano experimentó una época dorada que culminó con la victoria en el Mundial 2006. Sin embargo, también fue un periodo convulso marcado por amaños y casos de dopaje. Todo lo acontecido en el fútbol italiano durante esos años se refleja perfectamente en la historia de Angelo Peruzzi, quien resultó campeón del mundo pero fue descubierto dopándose al inicio de su carrera.
Historia de Éxito y Fracaso de Angelo Peruzzi
La vida de Angelo Peruzzi es una mezcla de éxito y fracaso que podría ser sacada de una novela de ficción. A los 19 años, la Federación Italiana lo sancionó con un año de suspensión por dopaje, pero Peruzzi logró sobreponerse y terminó ganando casi todos los títulos posibles. Sin embargo, su historia tuvo un final inesperado, ya que actualmente vive en contacto con la naturaleza, alejado por completo de los reflectores.
La Sanción por Dopaje
Cuando Angelo Peruzzi y Angelo Carnevale tenían 19 años, dieron positivo en un control antidopaje después de ingerir un producto para contrarrestar los efectos de una comida copiosa. Este producto contenía sustancias no permitidas por la Federación Italiana de Fútbol, lo que llevó a ambos jugadores a ser sancionados con un año de suspensión.
Una Carrera Exitosa
Tras cumplir la sanción, Peruzzi se unió a la Juventus, donde se convirtió en el portero titular en una sola temporada. Con el equipo de Turín, ganó numerosos títulos, incluidos tres ligas y una Champions League en 1996. A pesar de jugar en el Inter y la Lazio posteriormente, su mayor logro fue formar parte del equipo italiano que se consagró campeón del mundo en 2006.
Su Vida Actual
Después de su retiro, Angelo Peruzzi formó parte del cuerpo técnico de varios equipos, pero ahora vive apartado de los focos en su pueblo natal, Blera. Busca la paz y tranquilidad que a veces le faltaron durante su carrera, disfrutando de la naturaleza y de actividades sencillas como caminar por los bosques al despertar. Ya no sigue mucho el fútbol, prefiriendo disfrutar de los partidos entre niños del pueblo.