(Efemérides) Bottaso, un arquero de fierro

Racing

Bottaso, un arquero de fierro
Lo apodaban «La Cortina Metálica» y se encargó de demostrar el porqué adentro de la cancha. Llegado a Racing tras jugar el Mundial de 1930, se quedó hasta el 38 y se transformó en una referencia para el puesto. Con él en sus filas el club se alzó con la conquista de la Copa de Honor Sr. Adrián Beccar Varela en 1932 y de la Copa Competencia en 1933. Y a pesar de su prematuro fallecimiento, la Academia lo recordará por siempre.

La afirmación resulta tan obvia como ineludible cuando se hace referencia hacia un pasado como el nuestro: Racing Club cuenta en su haber con 119 años de vida de una riquísima historia repleta de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocer la historia para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

En algunos casos, no hace falta siquiera hablar de fútbol para advertir la categoría de un jugador de otro tiempo. En algunos casos, es suficiente con un comentario, con una reseña o con una anécdota para darse cuenta de la importancia de un futbolista de otra época. Juan Bottaso es uno de esos casos y la mejor manera de describir su impronta es escuchar el tango “Cortina Metálica”, compuesto por Hugo Zamora y por Miguel Padula. “¡Arquero lindo!, ni el viento pasa; toda la hinchada tiene en su puño. Vengan ‘balazos’ que es de buen cuño, Sólo los brujos lo vencerán (…) La tribuna entera te saluda… ‘Botasito’, Porque sos el mago de la hinchada. Los domingos sos cortina de negocio que al balazo desafió. Y tenés el alma dura frente al ojo del cañón”, reza la letra de la ya mítica canción.

Bottaso nació el 23 de octubre de 1908 en la ciudad bonaerense de Quilmes. Su debut en Primera sucedió en Argentino de Quilmes en 1927. Después de haber formado parte del plantel nacional que disputó el Mundial de 1930 en Uruguay -atajó en la semifinal y en la final por la lesión de Ángel Bossio-, Racing lo compró para garantizarse calidad debajo de los tres palos. Más allá de que no pudo ganar ningún campeonato local, durante los ocho años en los que estuvo en la Academia obtuvo la Copa de Honor Sr. Adrián Beccar Varela en 1932 y la Copa Competencia en 1933. 

Gracias a sus impresionantes actuaciones, recibió de parte del periodista Alfredo Rossi el apodo Cortina Metálica. Los diarios y las revistas de aquel entonces se cansaron de elogiarlo y, con el paso de las temporadas, se transformó en un referente académico. El público lo admiró y lamentó su partida en 1938 porque no fue nada sencillo reemplazarlo. El cierre de su brillante carrera se dio en el club que lo vio nacer. 

Con tan solo 42 años, el 23 de diciembre de 1950, Botasso falleció de forma prematura y generando una gran tristeza no sólo en el mundo académico, sino en todo el ambiente del fútbol en nuestro país. Es por eso que hoy Racing recuerda nuevamente la figura del arquero al cumplirse un nuevo aniversario de su partida. Es la única forma de seguir construyendo la memoria colectiva de la institución y además, de homenajear una vez más a aquellas personas que han hecho de nuestro club nada más ni nada menos que el Primer Grande. Por todo eso, simplemente gracias querido Juan.

(Prensa Racing Club)