Gonzalo Gómez, el responsable del Departamento Médico de Racing, charló con los medios y dio detalles precisos acerca de las lesiones que ha tenido el plantel. «Nunca un equipo había estado seis meses sin entrenamiento específico. Hay una epidemia de lesiones en el mundo porque la pandemia de coronavirus llevó a un tiempo muy prolongado de reposo. Racing volvió a jugar luego de seis semanas de entrenamiento presencial y se necesitaban entre ocho y doce», afirmó.
En una charla con medios de prensa que fue difundida por Racing Play, Gonzalo Gólez dio referencias precisas acerca de las lesiones que han afectado al plantel de Primera. Con rigor profesional y base científica, el responsable del Departamento Médico de Racing brindó estos detalles:
“Tengo la posibilidad de dar conferencias sobre medicina del deporte. Y en estos días estuvimos viendo lesiones después del Covid-19. Hay muy poco publicado en las principales revistas científicas de Europa y en las de Estados Unidos. Sí hay mucha información periodística, pero nosotros, como hombres de la medicina y la ciencia, vamos detrás. Entonces, por ahora no hay nada que tenga validación científica acerca de lo que está pasando. Eso no supone que no se tengan indicios claros de lo que está sucediendo… En el mundo hay una epidemia de lesiones y eso hay que ponerlo en ese contexto. Lo vemos también en los consultorios privados también, con pacientes lesionados consecuencia de no haber hecho actividad física sostenida durante cinco o seis meses”.
“La mayor cantidad de lesiones en el plantel son en el recto anterior. Apenas se decretó el aislamiento, el plantel empezó con las rutinas vía remota, por Zoom, y no paró hasta que retomó los entrenamientos presenciales en agosto. Lo que cada uno hizo en su casa, en el living o en el jardín, no tiene nada que ver con el entrenamiento específico. El consenso médico y de los especialistas en preparación física estableció que eran necesarias 12 semanas de entrenamiento en campo, post aislamiento, para alcanzar un buen estatus fisiológico: estuvimos a la mitad del tiempo antes de jugar el primer partido, que fue oficial, ante Nacional de Uruguay”.
“La principal causa de lesión muscular es la fatiga o falta de fuerza. Hubo mucho tiempo de reposo. Porque nunca había pasado esto de que un plantel que estuviera seis meses sin entrenamiento especifico. Luego de la vuelta, lo más temido eran las lesiones. No es excusa, pero fue lógico que pasara esta cantidad de lesiones, acá y en Europa”.
“La mirada comparativa se hace a partir de un trabajo estadístico-médico de la UEFA que sirve de referencia. Por año se calcula que hay entre 20 y 25 lesiones musculares en planteles de 25 jugadores. Con el poco tiempo de preparación post aislamiento la cantidad podría haber sido mayor, según los números de la ciencia y la tasa de lesionados que establece la estadística. Insisto, no es una excusa, pero con la mitad del tiempo de preparación que se recomienda, tuvimos menos lesiones que las que podían esperarse”.
“Se trabaja con pleno consenso con el cuerpo técnico, no hay nada que se haga de manera unilateral. El intercambio es constante entre el técnico, el preparador físico, los kinesiólogos y el todo el cuerpo médico. Cuando se programó el regreso a la actividad presencial y al juego se usaron protocolos”.
“La mayor parte de año se trabajó en lo aeróbico y en fuerza, por Zoom. Cuando empezó el trabajo específico, cuando los jugadores empezaron a patear, la zona más afectada fue la del recto anterior. La mayoría de los desgarros se produce en la unión musculo-tendinosa, que es la parte más débil. Hay jugadores que tuvieron relesión en dos lugares del recto anterior. Todo fue por la falta de trabajo específico durante tanto tiempo debido a la pandemia. La manera de evitarlo era prolongar los tiempos de preparación en el regreso al trabajo y no lo tuvimos, en un contexto que afectó a todos”.
“En Europa hay una pandemia de lesiones musculares. Pensé que iba a haber más porque tuvimos seis semanas post regreso cuando lo mínimo era entre 8 y 12 para que la readecuación fuera mejor y menos riesgosa. El cuerpo técnico trabajó muy bien con la regulación de cargas y los jugadores pusieron mucho de su lado, incrementando las horas de trabajo”.
“Díaz y Martínez se van a operar la semana que viene. Hay una lista de espera en el quirófano por saturación debido a la lista de espera que se generó por las postergaciones de operaciones programadas que provocó la pandemia de coronavirus. Pero pudimos conseguir turno para esta próxima semana. Mauricio sintió la molestia después del partido en la rodilla derecha, si hubiera tenido una molestia muy importante antes del partido no habría jugado. El ligamento operado está perfecto. Es frecuente que un jugador con lesión en el ligamento cruzado anterior tenga una lesión meniscal, casi un tercio según marcan la estadística. La resonancia nos mostró la lesión meniscal”.
“Estructuralmente estamos preparados para atender a todos. Hay cinco kinesiólogos, tres médicos, contamos con elementos humanos y tecnológicos para atender toda esta situación”.
“La relesión es lo más temido y lo que se trata de evitar. Por eso respetamos y prolongamos los tiempos de recuperación. Porque el paradigma vigente es apuntar a la longevidad del deportista, prolongar su vida profesional de la mejor manera”.
“El período habitual de receso competitivo es entre tres y cuatro semanas, sin futbol, de vacaciones, con cuidado del peso y una rutina de mantenimiento para los futbolistas. Esta vez los jugadores estuvieron seis meses, recluidos, entrenando en un jardín o en un living. Esta tasa de lesiones se va a interrumpir recién el año próximo, cuando se logre continuidad deportiva sostenida y los jugadores luego tengan un tiempo de descanso. Porque no se puede estar entrenando todo el año. Esto nos advierte sobre lo que viene, si no se para, y sobre todo para las Inferiores, que llevan casi un año sin jugar”.
“Siempre hacemos parte médico. Entiendo y respeto el trabajo periodístico. Pero a la vez no podemos contar cada una de las cosas, como las molestias físicas menores, porque hace a la intimidad del plantel, a la convivencia, y también hay un secreto profesional que respetar y cuestiones éticas. Eso no quita que nosotros como cuerpo médico sepamos cómo difundir debidamente la información; nos podemos equivocar en ese aspecto. Sinceramente, no sé cuál es el límite. Sí creo que se puede mejorar”.
“La mala suerte hay que dejarla de lado. Siempre repensamos el trabajo propio y hacemos autocrítica sana, para construir y mejorar. En nuestro caso, sirve para prevenir. Tenemos un cuerpo de kinesiólogos espectacular y un cuerpo técnico muy profesional que trabaja consultando, abierto a la charla entre las diversas partes”.
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(Racing Club)