Mientras realiza su preparación junto al resto del plantel desde la vuelta a la actividad, Florencia Romero le da rienda suelta también a sus ganas de explorar el mundo por fuera del fútbol. La capitana y referente del equipo profesional estudia canto como forma de abordar una inquiertud latente y que contó con el apoyo de un convenio educativo entre el club y la Universidad Nacional de las Artes. Una muestra más de que el talento no siempre se encuentra solo adentro de la cancha.
Querer es poder. No hay dudas de eso. Entonces no resulta desatinado afirmar que cuando las ganas de emprender algo se encuentran presentes en el ser humano, no hay límites que le impidan el hecho de llevar adelante con lo que se proponga. Y no hace falta buscar muy lejos para encontrar con ejemplos que demuestren con hechos lo que las palabras hacen sonar tan bien. Para conocer estas historias no hace falta mirar por fuera de nuestra institución, porque las personas que forman parte de la gran familia académica tienen las suyas propias para contar y no siempre están unidas al deporte. Racing es mucho más que eso. Y Florencia Romero es una muy buena prueba de eso. «Acepté el curso porque me pareció algo muy interesante y quise aprovecharlo. Surgió la chance de poder contar con una beca debido al convenio entre el club y la universidad, me interesó y no lo dudé porque cantar fue algo que siempre quise aprender», afirma la capitana del equipo con respecto a lo que por estos días ocupa su tiempo más allá de la pelota: una pasión por el canto que se está encargando de explorar en detalle, gracias a un curso surgido por el acuerdo con la Universidad Nacional de las Artes (UNA) .
La idea de adentrarse en el mundo de todo lo relacionado al hecho de cantar siempre había dado vueltas por la cabeza de la futbolista, pero debido a que las prioridades estuvieron puestas en su carrera deportiva y en su trabajo, la inquietud artística quedó relegada. Hasta ahora. Porque Racing se encargó en este caso, al igual que lo hizo con varios y varias de sus deportistas a lo largo de este año, de ser el nexo entre las ganas por aprender y la vocación por ofrecer la alternativa educativa adecuada. Por eso en esta oportunidad el convenio educativo celebrado entre el club y UNA le permitió a la capitana del plantel femenino comenzar con el curso «Canto: la voz, el instrumento en el sujeto», que forma parte de los Cursos Equis de la mencionada casa educativa. «Esto es algo distinto para mí. Es exponerme a algo nuevo y diferente a lo que sé hacer. Mi arte es el fútbol. Ahí me siento totalmente cómoda y sin vergüenza de nada. En el caso del canto aún no me pasa eso, pero es algo normal. Estoy muy entusiasmada», dice con sinceridad Romero a la hora de comparar eso que tan bien sabe hacer desde siempre cuando agarra una pelota, con este nuevo disfrute que siente cada vez que debe entonar una nota o cantar una canción.
«La metodología de trabajo apunta a algo personal, que en este caso tiene mucha lógica», cuenta Flor al respecto del curso virtual que comenzó en septiembre junto a la profesora Georgina Díaz y que la tendrá ocupada hasta finales de noviembre. «Ya le he mandado a la profe varios videos cantando, según los conceptos que he ido aprendiendo con las clases y los ejercicios», refuerza al respecto. Ella sabe que el progreso constante depende de la ejercitación, la práctica, la constancia y las ganas. En este caso la experiencia explora las cualidades únicas de la voz de cada persona con el objetivo de poder personalizar una canción. De esta forma y mediante los recursos virtuales se trabaja con un cantante diferente en cada clase, apelando a un análisis de los recursos mostrados y de los distintos elementos en los que basa su identidad vocal. Además, se estudian conceptos formativos sobre aspectos técnicos como la respiración, el uso de los resonadores y cómo hacer para abordar una canción de manera auténtica, consciente y relajada.
«Lo ideal seguramente hubiera sido poder tomar estas clases de manera presencial y con la profesora al lado mío, como lo acostubrábamos a pensar hasta principios de este año. Pero el panorama actual de la pandemia y los cambios que hubo en materia educativa me entregaron esta variante y la estoy aprovechando al máximo», se encarga de dejar en claro quien es una de las máximas referentes del fútbol femenino en el club. Y junto a la posibilidad de estudiar aquello que siempre le interesó se encuentra la voluntad de haber roto las barreras que le impedían darse la oportunidad de intentarlo. Romero lo sabe. Por eso se encarga de disfrutar cada clase y de darse la posibilidad de disfrutar de su propia voz como quizás no lo había hecho antes: «No es una faceta que tengo desarrollada y tampoco la tengo internalizada por completo aún, lo cual resulta lógico. Todavía me da algo de vergüenza. Pero creo que el hecho de haberme animado a llevar adelante algo que quería hacer es muy importante. Y lo estoy disfrutando. Después veremos en que termina».
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(Racing Club)
