Milagros Otazú aprovechó los meses de aislamiento social debido a la cuarentena por el coronavirus para explorar otros intereses alejados del fútbol y formarse de manera personal. De esta forma la joven futbolista integrante del plantel de Primera comenzó con un curso de Creación de Contenidos Digitales, gracias a un convenio educativo entre Racing y la Escuela de Comunicación ETER.
“Tal vez parece que me pierdo en el camino/ pero me guía la intuición”, destaca la poesía hecha música de Gustavo Cerati en el arranque de su canción “Magia”. Y es cierto que el contexto totalmente inédito de atravesar una cuarentena debido a una pandemia de escala global modificó los parámetros de vida de una gran parte de las personas. Pero más allá de que la situación que aún hoy se vive haya obligado a que ciertos rumbos se pierdan o cambien en la vida, también es cierto que las ganas de seguir adelante han generado en muchísimos casos un sentimiento transformador. Esa intuición hecha carne a la que se refirió el eterno músico racinguista resultó ser el motor generador de ánimos apoyados en el hecho de poder seguir adelante y de apuntar hacia nuevos rumbos, sin perderse justamente en el recorrido. Y el caso de Milagros Otazú es perfecto para ilustrar como la motivación nacida desde el deseo del progreso individual resulta ser una llama siempre útil. No solo para acercar un poco de luz en medio del oscuro panorama actual, sino también para alumbrar una senda trazada a la hora de crear un posible horizonte futuro distintos del que se creía hasta hace unos meses atrás. La jugadora académica, que de manera reciente renovó su vínculo con Racing , eligió no quedarse sólo con lo prestablecido para su vida y más allá de prepararse en lo físico para el momento en que el fútbol regrese, eligió ampliar sus conocimientos más allá de lo que entrega la pelota y capacitarse a distancia en la materia de “Creación de Contenidos Digitales”. Un punto de partida válido con objetivos tanto a presente como a futuro.
El incentivo propio en este caso resultó ser el puntapié necesario para encarar el desafió de llegar a marcar un gol en una cancha fuera de lo acostumbrado. “Cuando me enteré del curso, me dio mucha curiosidad y quise investigar más de que se trataba pero desde adentro. Eso me motivó. Y también me parece súper útil aprender por ejemplo a editar a través del celular, porque básicamente hoy en día lo usamos muchísimo en lo cotidiano y está bueno saber darle un uso diferente al que ya tenemos por costumbre. Hasta incluso en lo relativo a las redes sociales”, destaca la joven futbolista a la hora de explicar las razones que la llevaron a buscar aprender una actividad fuera del fútbol, más allá de que esta sea su profesión. Pero las ganas individuales muchas veces necesitan de un incentivo para poder transformarse en algo más que en un deseo ferviente. Y en este caso Racing Club apareció una vez más para brindar una herramienta útil orientada al desarrollo personal fuera de lo estrictamente deportivo. De esta manera y tras la generación de un nuevo convenio orientado a la faceta educativa generado desde el Departamento de Fútbol Femenino con la Escuela de Comunicación ETER , Milagros hoy estudia un curso que no solo le permite sobrellevar de manera más relajada el periodo de cuarentena en su Misiones natal, mientras espera el arranque de los entrenamiento grupales junto a sus compañeras en Avellaneda, sino que además le da la chance de explorar otros caminos de interés y de gusto particular más allá del fútbol.
A pesar de que su juventud pueda indicar lo contrario Mili tiene las cosas claras. Con un destacado recorrido futbolístico tanto en el ámbito local como en el de las Selecciones Nacionales -tanto a nivel juvenil como mayor-, la oriunda de Posadas está instalada en la casa de su familia desde unos días antes del inicio de la cuarentena impuesta en el país a finales de marzo. Y debido a que en su provincia la pandemia presenta un nivel de casos detectados mucho menor en promedio al de otras zonas del país, con el paso del tiempo pudo comenzar a desarrollar de manera progresiva una actividad física más intensa fuera del hogar. Pero más allá de tener la cabeza puesta en su profesión, la búsqueda de otros espacios propicios a explorar distintas inquietudes la llevaron a embarcarse en la aventura que siempre representa el comenzar a estudiar. “A veces me gusta hacer algún que otro video con el celu o editar algo y me parece que esto me suma, claramente. También estoy estudiando en otro ámbito con un curso de videoanálisis, gracias al apoyo de la Secretaría Técnica del club. Creo que ambas cosas me van a enriquecer y que hasta se pueden complementar”, deja en claro la férrea zaguera antes de acotar que, a diferencia de lo que pueda pensarse más allá del contexto de pandemia, es posible acomodarse a lo largo del día para poder darle rienda suelta a las actividades que se desee hacer. Solo son necesarios las ganas y el orden a la hora de llevar adelante los deseos propios. “El hecho de estudiar y a la vez de no descuidar la forma física me es bastante llevadero. La verdad es que no se me cruzan los horarios a lo largo del día. Me entreno en doble turno y llegó a cursar sin problemas. Estoy logrando complementar bastante bien las actividades durante este periodo de cuarentena y eso me motiva”. Queda claro: si se quiere, se puede.
Con 19 años en su haber y las ganas lógicas de volver a ponerse la casaca académica para disfrutar de nuevo de esa magia que sólo ofrece la pelota, para Otazú no pasa desapercibido el haber descubierto nuevas motivaciones que exceden lo deportivo y que pueden devenir en otros rumbos probables el día de mañana: “Esto superó mis expectativas y sé que me va a sumar mucho en lo personal. Estoy muy agradecida por estar estudiando algo que en verdad me gusta y por el hecho de que el club me brindara esa posibilidad. El hecho de que no nos forme solo adentro de una cancha sino que también nos permita acceder a la chance de poder hacerlo fuera de ella es muy importante”. Además deja bien en claro que esta experiencia relacionada al conocimiento y que le ha dado enormes dividendos personales hasta el momento es solo el comienzo de un recorrido que lejos está de extinguirse en el corto plazo. “Una vez que termine este curso tengo pensado el poder hacer algo relacionado con el marketing digital para las redes sociales. Me parece algo bueno y me genera curiosidad, así como me sucedió con lo que estoy haciendo ahora. Por lo tanto analizo la posibilidad de meterme de lleno en esa alternativa, o con alguna otra que me guste”, son las palabras finales de la futbolista del club. Y el cierre de lírica de la canción de Cerati le pone palabras a la creencia tanto del músico como de la joven jugadora del club al respecto de encarar esos nuevos desafíos que surgen con las ganas de avanzar en la vida: “Voy a seguir en esto / Sé, nunca falla/ Hoy, el viento sopla a mi favor/Voy a seguir haciéndolo”.
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(Racing Club)