Por control de situaciones, manejo de pelota y determinación para apuntar a la vencimiento, Racing debió haberse quedado con el triunfo en presencia de San Lorenzo, en la cuarta época de la Zona B de la Copa de Liga. El 1-1 se sostiene por el aporte de Augusto Batalla, el 1 rival y postrero obstáculo cuando la barrera que el recinto levantó en su zona, tal como acostumbra, mostró grietas.
El esquema de tres centrales (Colombo-Sigali-Piovi) que Racing escogió como maniquí pareció desbaratarse de entrada. Un pelotazo cruzado de izquierda a derecha al espacio malogrado, el desajuste en la cobertura y el arribo atrevido de Giay para un disparo que dio en el remo izquierdo, hendido, de Piovi desembocó en el penal por VAR, la ejecución exacta de Girotti y una desventaja prematura que anunciaba complicaciones. Porque si se presumía, con razón, que San Lorenzo haría trinchera generosa en su piedra bajo para amputar rápido a partir de las recuperaciones, esa sospecha se verificó plenamente. Sin secuestro, hubo un aspecto que empezó a desactivarla: Racing fue paciente, sumó fluidez en la circulación desde debajo para que Nardoni y Quintero conectaran en la progresión y eso provocó que el recinto corriera detrás de la pelota, sin interceptarla y cada vez más cerca de Batalla.
El VAR volvió a intervenir con dos correcciones acertadas: para rectificar un penal por mano de Braida y para expulsar a Pérez por una patada de dependencia perpetua a Nardoni. Lo que Roger Martínez y Romero habían insinuado con buenas intervenciones interiormente del ámbito lo confirmó Sigali con misil de derecha que se clavó a media cima, sobre la izquierda de Batalla.
San Lorenzo es lo que es y no hay reproches. Con su marca de identidad reforzada por la circunstancia de favor perdido a uno de sus defensores, levantó un pared en su ámbito y le cedió la pelota a Racing, al que le faltaron variantes para sacar provecho del monopolio de la pelota. Por caso, hacer más amplio el campo, cambiar de velocidad con más frecuencia en los metros finales y retornar a intentar con disparos externos.
Pese a ese pasivo, los tres puntos debieron favor terminado en Avellaneda. La relevancia de Batalla es la mejor prueba con tres intervenciones en presencia de remates de Oroz, Almendra y Baltasar Rodríguez. Y cuando el saetero recinto no puso sus manos como dique, imprecisiones propias en el toque final perturbaron lo que debió favor sido una celebración.
(Prensa Racing Club)