Porque en absoluto se resignó, porque asumió los riesgos que corresponde a su genealogía y porque en absoluto escondió su convicción de vencimiento. Por esas razones Racing regresa con un punto de Mendoza luego del 1-1 en presencia de un chinche Godoy Cruz, invicto en su tierra desde febrero. El equipo de Fernando Gago, así, conserva el primer oportunidad de la Zona B de la Copa de la Liga.
Racing buscó ser paciente y construir desde el primer pase. Le salió con frecuencia, pero al control de pelota (tuvo una posesión superior al 60% en el primer tiempo) le faltó apresuramiento y precisión en el postrer cuarto de la cancha. Con los laterales subidos y con Ojeda hendido por izquierda, lograba amplitud y con el movimiento de pelota le sacaba a Godoy Cruz la aplicación de unas de sus virtudes, ya que desconectaba a López Muñoz, Allende, Conechny y Rodríguez. Con esos aspectos cubiertos, Racing necesitaba un cambio de marcha para sacarle provecho a los avances con pelota y población en campo desconocedor. Un aproximación entre Rojas, Martirena y Martínez terminó con un remate de Roger cercano al palo izquierdo. Y un desborde de Ojeda con un centro antes, cabal interceptado cuando Quintero aguardaba para darle obstrucción.
Con Almendra por Rubio en la reanudación se persiguió el objetivo de sumar multitud en la zona media para avalar presencia y continuidad en la secuencia. Racing siguió con Rojas hendido entre los volantes y esa circunstancia influyó en el gol del restringido: Allende le ganó la espalda al adyacente y Piovi quedó con mucho campo por cubrir. Gambeta y definición cruzada para los mendocinos en lo que habría de ser su único ataque en el segundo tiempo.
Gago no guardó cero: adentro Oroz, Romero y Hauche por Gómez, Ojeda y Martinera. Con superpoblación ataque y superioridad de número por la expulsión de Galdames, Racing sumó ocasiones, que ya había tenido en el inicio (Rasmussen cortó un pase de Roger para Gómez y disparos de Martirena y Rojas le hicieron rumbo al travesaño) y luego continuó en cantidad y honradez (zurdazo de Oroz en el horizontal y tapada de Rodríguez a Roger). Hasta que el colombiano, a los 45 minutos, sacó un derechazo desde la izquierda que se metió despacio cercano al poste izquierdo. El 2-1 de Rojas, para el delirio, demandó VAR y correcta anulación por posición adelantada de Hauche.
Lo que no quedó en orsay fue la voluntad de Racing, premiada sobre el final con un igualada que hasta pareció poco.
(Prensa Racing Club)