Racing Club: La justicia no entiende de fútbol

Poco entiende una definición por tiros desde el punto penal de méritos y distribución del resultado según el desarrollo de 90 o 120 minutos. La vuelta de los cuartos de final de la Copa Conmebol Libertadores, luego del 0-0 en la ida, debió haber quedado en Avellaneda. A Racing le faltó eficacia en los metros finales para asegurar las chances generadas, sobre todo en el primer tiempo, y en especial para llevar a la red un predominio casi absoluto en esos 45 minutos. Eso no sucedió y en la resolución por penales se impuso Boca por 4-1- Otra vez, la semi se levantó como una meta inalcanzable.

Por dinámica, por determinación y también por estrategia superior. En ese puñado de razones se sostuvo el claro dominio de Racing en el primer tiempo. La formación de Fernando Gago impuso un ritmo sostenido difícil de sobrellevar para Boca, al que la superpoblación a lo ancho de poco le sirvió. Otra vez con línea de tres/cinco en defensa, el visitante quiso reproducir el desarrollo de la ida con Advíncula y sobre con Fabra como pistones, pero no le funcionó porque Rojas y Ojeda contuvieron al peruano y, sobre todo, Martirena y Quintero fueron una inquietud para el colombiano.

Con Moreno como eje, Nardoni fue apoyo de Juanfer como interno y eso agregó presencia e inquietud sobre la defensa de Boca. Un disparo de Moreno contenido por Sergio Romero, un cabezazo desviado de Maxi Romero y un zurdazo de Quintero apenas alto fueron argumentos por la ventaja que contrastaron con el escaso aporte de Boca cerca de Arias.

El control se mantuvo hasta los 25 minutos del segundo tiempo, sin tanto ritmo pero a la vez sin compartir la posesión; de hecho Boca sólo vio de cerca a Arias en el primer tramo de la segunda parte, con un remate de Cavani que Gaby atajó sin problemas.

Racing buscó con insistencia y Boca se aplicó a una contra, como durante casi todo el juego, que jamás le salió.

(Prensa Racing Club)