Pudo haber sido una victoria que le diera continuidad a la de la fecha anterior, ante Banfield, porque Racing, con el recambio ensayado en el segundo tiempo (ingresos de Maxi Moralez, Baltasar Rodriguez y Catriel Cabellos) logró mejor calidad de pase y rapidez. Pero también pudo haber sido una derrota por la caída de tensión en los últimos nueve minutos, entre los 43 y 52 (el juez Silvio Trucco agregó, sin excesos, siete minutos), cuando Instituto presionó en la salida y capturó varios balones favorecido por imprecisiones ajenas. Al cabo, Matías Tagliamonte se puede adjudicar buena parte del 1-1: el arquero, reemplazante de Gabriel Arias convocado a la selección chilena, tapó dos remates con notable pericia, uno con sus pies a los 19 minutos del complemento (a Martínez) y otro a los 43, cuando le ganó abajo un cara a cara a Axel Rodríguez. El empate prolonga la serie de tres fechas sin traspiés, a la espera de que los triunfos retomen continuidad a la par de la solvencia y eficacia.
Racing buscó profundidad con una mediacancha amplia, con Mura y Gabriel Rojas subidos a los extremos de esa zona, de manera que la última línea quedara con tres centrales. Así buscó llegar a fondo y asegurar la posesión para, luego, sostener una circulación fluida. Eso no funcionó a plenitud en el primer tiempo, ya que si bien hubo tenencia y mayor posesión, al equipo le costó llegar con frecuencia y darle recorrido prolijo a la pelota. Influyó, para eso, el despliegue de los volantes de Instituto y su capacidad para alejar a Racing de la zona propia y, también, para imponerse en las divididas y construir a partir de esa circunstancia.
Un desajuste sobre la izquierda derivó en un desborde de Graciani y un centro atrás que Martínez convirtió en anticipo. A pesar de las imperfecciones, Racing podría haber llegado al gol en un par de ocasiones. La primera, con un zurdazo de Rojas que se fue cerca del ángulo superior derecho antes del primer cuarto de hora y la otra, ya en descuento, con un toque de Romero despejado en la línea por Alarcón, consecuencia de un rebote con el que Roffo le frustró el empate a Piovi en un tiro libre.
Fue otro Racing en la segunda parte con los aportes de Moralez, Rodríguez y Cabellos, dinámicos y con lucidez para elegir la mejor opción de descarga. Justamente, el pibe Rodríguez, en diagonal de izquierda al medio, ubicó a Hauche en la medialuna. Desde ahí Gaby colocó la pelota arriba y del rebote en el travesaño salió un cabezazo de Moralez que Roffo rechazó en su rumbo al gol. Pero Cabellos devolvió la pelota al centro para que Moralez terminara la tarea, en su primer gol desde el regreso. Racing terminó con canteranos entre los 11 y la certeza de que todavía faltan ajustes para retomar la mejor senda.
(Prensa Racing Club)
