Racing Club: Un equipo que va al frente

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La proyección en la Copa Libertadores, el firme propósito de meterse en los octavos de final, demandaba el triunfo en casa para que Racing se afirmara en los puestos de clasificación. Y el objetivo se cumplió: fue 3-2 a Aucas, en 90 minutos con muchos matices. Porque del festival del primer tiempo se pasó a la incertidumbre en una ráfaga en el inicio de la segunda parte, que se disipó a poco del cierre con el triunfo logrado con un gol en contra.

Así juega Racing y así establece dominio podría condensarse el desarrollo de los primeros 45 minutos. Porque si antes de los primeros cinco ya podría haber sacado ventaja cómoda frente a Aucas, ese control absoluto fue consecuencia del juego. Este Racing se pareció al que fue referencia en 2022 por su posesión eficaz, por su capacidad para ocupar terreno ajeno pero sin posiciones fijas, con el movimiento de la pelota a lo ancho y a largo para ordenar los movimientos individuales y colectivos.

Con la defensa apenas atrás de la mitad de campo y pronta recuperación, Racing no le dio chances a Aucas de ensayar escape. Y los dos goles que no llegaron en aquella fracción de cinco minutos aparecieron entre los 12 y los 17, los dos en combinaciones exquisitas. En el 1-0, Piovi subió la pelota por su carril, esperó la aparición de Gabriel Rojas, que descargó un centro exacto para el cabezazo de Romero. En el 2-0 fue Guerrero el dueño del primer pase cuando detectó a Romero libre por izquierda… Maxi eludió a Galíndez y asistió a Nardoni para su primer festejo en Racing.

Hubo una inversión de esa frecuencia goleadora en el arranque del segundo período. Porque Aucas, en dos llegadas entre los 2 y los 10 minutos (la primera en maniobra individual de Castillo luego de que la defensa no pudiera completar un despeje, y la segunda en una pelota parada, larga y cruzada que Cangá empujó en el área chica), puso paridad casi sin habérselo propuesto.

Y entonces hubo que remar para volver al partido. Y Racing lo hizo con empuje y determinación para cargar el área ecuatoriana sin el brillo del inicio, pero también sin interrupciones; de hecho ya no quedaron registros de ataques rivales. La expulsión de Moralez (un exceso del VAR que el árbitro uruguayo Christian Ferreyra validó en la cancha) le añadió una dificultad a Racing, que no dejó de insistir. Un lanzamiento largo de Mura encontró, para dicha propia, la fatal conexión entre el cabezazo hacia atrás de Ángel y la salida apresurada de Galíndez. El gol en contra se celebró como lo que fue: la adecuación del resultado a los sucesos de los 90 minutos.

Foto: Paola Lara.

(Prensa Racing Club)