Racing Club: Régimen de reparto

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Fue empate en un gol y, con apego a la objetividad, difícilmente el desarrollo hubiese justificado otro desenlace. Racing se repuso de una desventaja relativamente prematura (gol de Cauteruccio a los 19m del primer tiempo) y lo hizo con la decisión de buscar como siempre lo hace, a despecho de imperfecciones, de ausencias prolongadas por lesiones y de la impronta que cada intérprete le da.

El recurso de explotar el retroceso de Cuero por la derecha para ganar espacio en velocidad fue la apuesta principal del local y así se puso arriba, pero antes y después Racing, con la circulación en diferentes distancias, el desequilibrio de Matías Rojas y los lanzamiento de Jonathan Gómez, había acumulado situaciones para desmentir ese parcial.

Un cabezazo de Gabriel Hauche despejado en la línea por Cauteruccio, una pared entre Facundo Mura y Juan Nardoni con descarga que Maximiliano Romero dejó correr para la definición de Hauche (apenas desviada) y una tapada de Rey a un disparo de corta distancia de Romero fueron consecuencia del control y predominio, que finalmente se tradujo en el empate con el penal convertido por Rojas a falta de Vallejos sobre Mura. Esa tendencia se cortó en la segunda parte porque a Racing le costó juntar pase cerca de Rey por una razón principal: el intento de Independiente de presionar alto se extendió durante menos de diez minutos; después se apretó en el bloque medio-bajo con la idea de capturar la pelota y trepar rápido por afuera. Si bien no lo consiguió, sí obturó caminos que Racing, con la fluidez extraviada de sus últimas semanas, transitó sin lucidez para la conexión fina. 

Un zurdazo externo de Gabriel Rojas en el amanecer de ese segundo capítulo y un desborde profundo de Iván Pillud con centro al área chica despejado con esfuerzo por la defensa local fueron un par de argumentos para aspirar a algo más. Pero sin la sustancia necesaria para reclamar en contra del reparto.

(Prensa Racing Club)