Alcanza de poco el punto para afirmar la pretensión de pelear por el título hasta el cierre de la Liga. Y también resulta insuficiente en la proyección de ingreso a la Copa Libertadores, sin garantías para conservar el primer puesto de la tabla general.
Hay que admitir que fueron evidentes los síntomas de recuperación y de cambio. Porque, aun sin la presión alta a la que acostumbra el equipo, Racing sí levantó un dique en la zona media para activar los recobres y salir con pases rápidos. Las modificaciones influyeron positivamente, consecuencia de bajas a granel y de la necesidad de activar correcciones.
Entonces, con Jonatan Gómez y Carlos Alcaraz cerca de Aníbal Moreno en el retroceso, Racing se cerraba para obtener la pelota y, una vez conseguido ese objetivo, armar cadena de pases. Charly expuso sus virtudes y Jona acompañó; también funcionó Facundo Mura, pero no para ensanchar la banda derecha, sino para cortar y romper como interno. Entre las veces que lo hizo, despachó un centro al picar el balón para colocarlo en la cabeza de Alcaraz, notable en su aparición en ruptura al área. Ese es el Charly que cotiza en euros…
Pero a la vez hay que reconocer que, otra vez, las imperfecciones en la definición de repetidas ocasiones de gol condicionaron el desarrollo. Ya es una obviedad: si el margen de aciertos disminuye adelante, atrás debe haber un cerrojo inexpugnable. Entonces, si en los dos primeros minutos de la segunda parte Racing no concretó dos situaciones nítidas (tres habían sucedido en el primer capítulo), esa acumulación de goles atragantados exige infalibilidad en defensa. Y eso no pasó: Orban, en el borde del cuadro grande, cortó el avance de Godoy -la jugada no insinuaba mayor zozobra y atrás del central había tres compañeros en la cobertura- y el consecuente penal estableció el 1-1. Racing, con menos lucidez, no dejó de avanzar, a sabiendas de que tanto esfuerzo y supremacía le estaban deparando una recompensa mínima.
Talleres facturó en su primer remate al arco y tuvo otra aproximación en un desarrollo que su mayor proporción le fue desfavorable. No es nuevo: Racing cosecha mucho menos de lo que siembra mientras se va consumiendo el campeonato.
(Prensa Racing Club)