Racing Club: Se fue de largo…

Racing

Fue una ocasión para el lamento por el fútbol ausente y por el detalle previo desaprovechado. La caída de Atlético Tucumán ante Arsenal, en el primer turno de este sábado, daba oportunidad de recortar tres puntos en la tabla respecto del líder con la idea de acomodarse de inmediato luego del 3-3 traumático frente a Tigre. Sin embargo, el 0-0 que arrojó la visita a cancha de All Boys para enfrentar a Barracas Central promovió la doble mueca: sin calidad y con permeabilidad. Gastón Gómez y sus apariciones explican buena parte del empate rescatado por Racing.

Le costó a Racing, durante el primer tiempo, prolongar la fluidez alcanzada en el primer cuarto de hora. En ese lapso, con las conexiones que llevaban la pelota de banda a banda, el equipo controlaba pelota y situaciones, sin otra chance para Barracas Central que correr para obturar los pases. En ese lapso Racing podría haber sacado ventaja con una volea de Gabriel Hauche, desde 25 metros, que Gagliardo echó al córner por arriba del travesaño, con un cabezazo de Carlos Alcaraz que el Demonio no pudo empujar y, sobre todo, con un cara a cara que el arquero local le tapó a Maximiliano Romero.

Cuando Barracas Central logró su propósito de cortar en el medio y ponerle obstáculos a la circulación -añadidos a un terreno que no estimulaba esa continuidad-, Racing se redujo a lanzamientos largos. Sin Matías Rojas ni Alcaraz en sintonía, la construcción se trabó. Incluso, Barracas Central tuvo una ocasión nítida, mediante un golpe de cabeza de Ferreira, que Gastón Gómez sacó sobre el travesaño. Como en una reproducción del inicio del encuentro, la reanudación tuvo otrra vez a Racing como dominador, aunque sin tantas situaciones. Pero la que gestó tuvo la nitdez suficiente como para conseguir una luz, ya que el centro de Gonzalo Piovi desde la izquierda le llegó a Rojas por el sector opuesto para una definición de primera, con derecha, que Glagiardo frustró de manera estupenda al volver sobre el palo izquierdo. Ahí se terminó la similitud, porque el resto, desde los 27 minutos, fueron ataques de extremo riesgo de Barracas Central que no acabaron en gol por las intervenciones de Chila Gómez, que le impidió dos veces el gol a Tapia y una a Colman. Y cuando el arquero no puso las manos, el cierre exacto de Iván Pillud cuando Colman preparaba el toque y el festejo, conservaron el cero. 

El local dejó mejor impresión porque se adaptó al piso (hubo repetidos resbalones de los jugadores de Racing) y sacó ventaja con replicas directas en segunda pelota que tomaron abierta, por aquella circunstancia, a la defensa. Más allá de ese detalle, resultó una evidencia que el juego que Racing acostumbra se desvaneció en los primeros 15 minutos y jamás regresó.

Foto: Paola Lara.
 

(Prensa Racing Club)