A pleno, sin caídas de tensión, con regulación de ritmo a placer -cuando la ventaja concedió espacio para esa decisión-, con funcionamiento preciso en extremo y con aspectos que un espectador celebra en partidos de la elite europea. Porque los movimientos de Carlos Alcaraz remiten en espejo a los que hacen esos volantes top, que no ocupan espacios como referencia y rompen al área ajena para convertir. Así lo hizo repetidamente, sin que los medios ni los defensores de Aldosivi pudieran detectarlo y así festejó por duplicado, como todo Racing en la celebración de un fútbol que promueve ilusiones justificadas y que lo ha puesto en las semifinales de la Copa de la Liga.
Los marplatenses, como ya lo intentaron varios rivales, apostaron a interrumpir la cadena de pases y salir rápido en provecho de la velocidad de Mosquera. Apenas una vez conectó, en el inicio, y Chila Gómez le tapó el remate al achicarle con rapidez. Racing ajustó de inmediato, en especial con Matías Rojas y Facundo Mura proyectados por derecha y con Tomás Chancalay abierto por izquierda. De Rojas y de Chanca nacieron las asistencia, exquisitas, para Charly. Así como pegó sin perder tiempo en el inicio, Racing también lo cumplió en la reanudación, ya que a los 11 segundos Copetti pedía la pelota para rematar el tiro penal luego de la falta que le cometiera Valentini. Y 11 minutos después, el delantero recogía un rebote en casi en el área chica para el 4-0.
Racing, además de las virtudes que ya se le reconocen como perfil definido de su juego, tiene el atributo de la responsabilidad colectiva. ¿En qué se expone? En la determinación de sostener el ataque, de aplicarse con la misma dedicación al desarollo a pesar de un pleito resuelto en el amanecer del segundo período. Entonces, Chila, cuando resolvía una ocasión espóradica de riesgo, demandaba atención para evitar desconcentraciones; Insúa, sin importar el deselance consumado, cortaba alto y generaba un avance profundo para el 5-0 a cargo de Correa a falta de un cuarto de hora para el cierre; Moreno no descuidaba su zona próxima y marcaba las zonas a transitar… Así entiende Racing el juego: como un asunto serio en el que su estilo genera enamoramiento.
Foto: Paola Lara.
(Prensa Racing Club)