Hubo un patrimonio exclusivo, casi una explotación monopólica. En eso transformó Racing la posesión de la pelota. Y la movió con pleno sentido ofensivo: de banda a banda, también para atrás, pero siempre con la idea de que ese vaivén sirviera para abrir huecos en la defensa de Atlético Tucumán. Porque, en sintonía con la circulación del balón, no había jugador visitante que se quedara fijo en una posición: subían los laterales en simultáneo, los puntas retrocedían y los volantes rompían a esos espacios vacíos. El gol de Mura fue ejemplo: la pelota le llegó a Miranda, que detectó la proyección del lateral derecho. Asistencia exquisita y definición estupenda.
Si el local asumió como estrategia esperar en campo propio para recuperar y salir rápido, esa decisión se transformó en algo inevitable porque, salvo un breve momento -en ese instante, Chila Gómez apareció para ganarle el cara a cara a Ruiz Rodríguez-, Racing lo obligó a correr en procura de la obtención del balón. Pero el equipo no concedió chances: compacto en 50 metros, redujo los límites hacia adelante y la coordinación colectiva le permitía recobrar y empezar sin demoras un nuevo ataque.
¿Retroceder para especular con los espacios que los tucumanos iban a dejar en procura del empate? A Fernando Gago ni se le pasó por la cabeza semejante estrategia. Por el contrario: no bien advirtió que en la reanudación, Atlético Tucumán disponía de línea de tres centrales para ampliar la zona de volantes, el DT de Racing mandó recargar las bandas a espaldas de los mediocampistas externos del Decano. Racing expuso virtudes en diferentes aspectos: con la conducción de Miranda, otra vez en versión top de área a área; con Alcaraz, sabio para cambiar de ritmo hacia adelante en zonas de peligro para el adversario; en Mura y en Piovi, comprometidos en el doble rol, y mucho más. Los goles también expusieron perrfiles notables: el excelsa pegada de Charly en el tiro libre del 2-0 desde casi 25 metros, la conexión box to box del 3-0 nacida de un córner en contra (hilvanaron Moreno-Piovi-Miranda-Hauche-Miranda para el derechzo final de Lolo), la penetración de Martínez como interior derecho que le pemitió llegar a fondo para el 4-0.
Racing camina paso a paso con un fútbol cada vez más distinguido. Que siga siempre…
(Prensa Racing Club)