Racing brilló en el segundo período, metió seis goles (tres de Melgarejo, dos de Rojas y uno de Fértoli), se recuperó de un mal inicio y despachó 6-1 a Godoy Cruz en la 3ª fecha de la Zona B Complementación de la Copa Diego Maradona.
Vale, recontra vale. Porque una camiseta de gloria y tradición demanda prestaciones en consonancia; porque siempre es un síntoma de fortaleza espiritual saber levantarse pese a la dureza del golpe recibido; porque el anuncio de renuncia de Sebastián Beccacece -otro impacto- también tuvo la confirmación de que los partidos que restan en este certamen serán honrados como ha sido costumbre en este ciclo. Por eso el 6-1 a Godoy Cruz, sin estruendos ni exageraciones, merece el reconocimiento por todas las circunstancias aludidas, las previas y las del partido en sí.
Porque la media docena de goles llegó como consecuencia de un estupendo desempeño luego de un primer tiempo de inexactitudes, en el que un rival que anda con lo puesto (juveniles que tapan ausencias), complicó hasta poco antes de la mitad gracias a un Racing sin contención en el medio, inseguridad en el centro de la defensa y poco circuito de pase. El último cuarto de hora fue, tal vez, premonitorio. Porque en ese lapso Racing corrigió defectos: más compacto y con presión eficaz, partió al Tomba, lo alejó de Arias (tuvo dos intervenciones notables, una en cada período) y empezó a avanzar con profundidad mediante los pases a Fabricio Domínguez.
En el segundo tiempo, el equipo puso las cosas en su lugar sin demora. Mucho influyó la mano del DT, que rearmó en cada línea: cuatro en el fondo, un medio con Melgarejo y Mena abiertos y con la misión de atacar más Alcaraz y Rojas tomando el centro como plataforma de despegue. Licha López, así, tuvo la mejor compañía. Es cierto que no llegó a convertir, pero participó de manera activa en el vendaval descargado sobre el área mendocina. Racing tuvo lo que, en este proceso, muchas veces fue habitual: ataque permanente como consecuencia de pases encadenados, recuperación alta y una voluntad ofensiva que recién se detuvo cuando el árbitro marcó el final. A los 10 minutos, la tendencia de había revertida con el aporte vía Paraguay (empató Rojas y Melgarejo puso el 2-1), que se renovó a partir de los 25 minutos, con un par de Lorenzo y uno de Matías. Fértoli, con la espalda, agregó el sexto.
¿Pierde mérito el desempeño por las diferencias de recursos entre los dos adversarios? En todo caso, la goleada las expuso, sobre todo porque el nivel de Racing las naturalizó.
Fotos: Paola Lara
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(Racing Club)
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